05 marzo 2006

SEQUENTIA

Queridos todos:

La semana pasada nos quedamos en el entreacto de nuestro particular “L'elisir d'amore (El elixir de amor).” El primer acto terminó con el Doctor ZP-Dulcamara asustado; Nemorino-Gas-Natural desquiciado por el próximo matrimonio al tiempo que Belcore-E.ON, Adina-ENDESA y el resto de los allí presentes estaban alegres por la boda y el banquete que habrá esa noche. Visto lo visto, parece que el segundo acto tarda un poco más de la cuenta, mientras tanto tomamos una buena copa de champaña; ya veremos cómo queda todo...

Uno de los atractivos al salir del Teatro Real es el Café de Oriente, asentado sobre los restos del convento de San Gil (Siglo XVII), conservando su abovedado original. Recuerdo la vez que fuimos a visitar Chinchón que uno de sus principales atractivos, además de su clásica Plaza Mayor, según se opina, la más auténtica de toda España, es su escenificación de la Pasión de Cristo, una de las más famosas de la Comunidad y la más antigua ya que se empezó a realizar en el año 1963. A un pueblo deprimido como Chinchón había que darle vida, y debido a ello, el cura del pueblo, Luis Lezama, ideó ese monumental vía crucis Autosacramental que es representado por más de 250 vecinos que recorriendo sus estrechas calles, convierten por un día la localidad en Jerusalén. A nuestro regreso de Chinchón fuimos a la Ópera, en aquella oportunidad vimos “la Sonnambula” de Vincenzo Bellini. Llegamos al Real con suficiente anticipación para recoger las entradas y por ello nos dio tiempo a visitar por vez primera el Café de Oriente. Es espectacular en su amoblado y decoración “art noveau”. Y sus baños no tienen parangón, sobretodo el de mujeres. Al menos ese es el comentario que he escuchado de algunas de sus usuarias... Pero lo que más me llamó la atención fue enterarme que dicho Café pertenece a Luis Lezama, el curita de Chinchón de quien antes hablé. El lo fundó. Pero no queda ahí la cosa. Hoy en día el Sacerdote Lezama detenta un grupo de Empresas que abarcan Restaurantes, Cafés, Hoteles, Escuelas y hasta una fundación. Si quieres saber un poco más sobre este grupo pincha en este site: http://www.grupolezama.es/ Es un grupo exitoso con presencia en el mismísimo Washington. Es realmente meritoria la creatividad empresarial de este modesto presbítero bilbaíno. Aplaudo con sinceridad su espíritu emprendedor. A todos cuantos vengan por estos sitios reales no dudo en recomendarles, muy encarecidamente, que visiten este Café, tomarse un café allí, con la envidiable vista del Palacio Real y por supuesto ¡ir al baño...! Una experiencia insustituible. Para nosotros es ya una rutina: pasar a buscar temprano las entradas (compradas con mucha antelación por Internet), dirigirnos al café, luego disfrutar de la Ópera y al salir de ella, cenar en el restaurant El Café de la Ópera en donde además de encontrarte con algunos de los cantantes del Real, disfrutarás no solo de una excelente cena sino también de las “arias” cantadas por sus camareros.. ¡Vamos, que estas de espectáculo desde las 6 hasta las 12 de la medianoche!

Volviendo sobre lo dicho, reconozco que lo del baño de las mujeres en dicho Café me tiene cabezón. A lo mejor un día me hago el sueco, “me equivoco” y entro en él... ¡menuda se formaría!. En realidad esto no sería nada nuevo para mí. Recuerdo que una vez estando en Fiumicino, el aeropuerto de Roma, esperando mi vuelo de pronto “Natura premiat”. Con el italiano tengo el problema que siempre me creo que se más de lo que en realidad domino. Me dirijo hacia los baños y veo en una puerta un letrero que dice Signori y otra puerta en donde se lee Signore. Mal aplicando cierta lógica gramatical del castellano, nada era más obvio para mi, que el baño de caballeros corresponde a Signore; me dije que esa palabra de Signori me sonaba a femenino; el sufijo “ri” me llevaba al convencimiento de que allí se hacia pis sentado por lo delicado de su entonación... ¡No quiero acordarme del expolio que se formó! Yo entré en pánico y las féminas en su interior, más que yo. Recuerdo que alguna que otra gritaba: Polizia, polizia, un trasgressore qui!... De la manera más sigilosa que pude, que ni la pantera rosa lo habría hecho mejor, salí de allí y entre ruborizado y pálido por el susto, creo que se esfumaron mis ganas naturales... Cosas que te pasan. Ahora, eso sí, ya no se me olvidará jamás en la vida el significado de signori.

En definitiva que el entreacto continúa y Adina-ENDESA sigue tan inmaculada como Leandra en la narración que hace Cervantes en el Quijote. Esta historia a lo mejor está muy ligada a nuestra familia por el lado de mi abuela materna, doña Juana de la Rosa, pues habla de un tal Vicente de la Rosa, que párrafos seguidos reapellida como "de la Roca", de quien Leandra se enamoró perdidamente. “Y, como en los casos de amor no hay ninguno que con más facilidad se cumpla que aquel que tiene de su parte el deseo de la dama, con facilidad se concertaron Leandra y Vicente; y, primero que alguno de sus muchos pretendientes cayesen en la cuenta de su deseo, ya ella le tenía cumplido, habiendo dejado la casa de su querido y amado padre, que madre no la tiene, y ausentádose de la aldea con el soldado, que salió con más triunfo desta empresa que de todas las muchas que él se aplicaba. Admiró el suceso a toda la aldea, y aun a todos los que dél noticia tuvieron; yo quedé suspenso, Anselmo, atónito, el padre triste, sus parientes afrentados, solícita la justicia, los cuadrilleros listos; tomáronse los caminos, escudriñáronse los bosques y cuanto había, y, al cabo de tres días, hallaron a la antojadiza Leandra en una cueva de un monte, desnuda en camisa, sin muchos dineros y preciosísimas joyas que de su casa había sacado. Volviéronla a la presencia del lastimado padre; preguntáronle su desgracia; confesó sin apremio que Vicente de la Roca (Sic) la había engañado, y debajo de su palabra de ser su esposo la persuadió que dejase la casa de su padre; que él la llevaría a la más rica y más viciosa ciudad que había en todo el universo mundo, que era Nápoles; y que ella, mal advertida y peor engañada, le había creído; y, robando a su padre, se le entregó la misma noche que había faltado; y que él la llevó a un áspero monte, y la encerró en aquella cueva donde la habían hallado. Contó también como el soldado, sin quitalle su honor, le robó cuanto tenía, y la dejó en aquella cueva y se fue: suceso que de nuevo puso en admiración a todos”. (I Parte, Capítulo LI Don Quijote de la Mancha) Eso nos cuenta Cervantes y yo me pregunto si ese Vicente existió en verdad o fue pura imaginación de su autor; si procedía de Olvera en la provincia de Cádiz de donde viene nuestra rama familiar “de la Rosa”. Vete tu a saber...

Ya no sé qué hacer. Me asomo discretamente al escenario del Real y aun está con el telón abajo. El segundo acto de nuestro particular “L'elisir d'amore” aún no comienza. Salgo a la calle para evadir el humo de los fumadores... de pronto, entre la gente que deambula por la Plaza de Oriente, me parece ver a Jorge. A la salida del metro de Plaza de Castilla hay un pequeño establecimiento de consumo. Allí pueden comerse bocadillos españoles, empanadas chilenas y también venezolanas, amén de una interminable lista de chucherías y demás. La primera vez que me detuve allí, le dije:

-Dame una de esas... (No me atreví a decir una “empanada venezolana”)
-De pollo o de carne me respondió.
-Mejor de pollo, le digo y le grita a su compañero:
-¡Una venezolana de pollo calentita!
Reconozco que me asombré cuando le escuché decir “una venezolana” esa experiencia no estaba prevista para ese día.
-¿Algo de tomar? Me pregunta
-Si, le digo yo. Un café con leche no muy caliente.

Noté que muchísima gente al verle le saludaban, y personalizaban su pedido: Jorge, dame una chilena, Jorge un cortao, Jorge un croissant... y así... Le afirmé dubitativamente: Parece que todo el mundo te conoce... El me respondió: Llevo 20 años en este sitio y ya puedo decir quienes pasan por aquí todos los días. Cuando falta alguno pregunto por él y ellos, si yo falto, preguntan por mi. Antes les conocía mejor, ahora con tantos inmigrantes me he perdido un poco... Jorge y su hermano han heredado el negocio de su padre. Son trabajadores de excepción, de esos que casi rayan en la extenuación diaria, sin embargo sonríen y ven con optimismo la vida al tiempo que saben ser de izquierdas o derechas según el cliente de turno... es gente que aun no saben bien lo que es descansar, su horario es agotador: desde las 7am hasta las 10 pm y solo refunfuña porque las cosas “no son como antes”, es decir, ahora se cuidan de los malandrines de turno que han invadido a esta ciudad. Me encanta consumir allí. De pronto una colombiana pide un “tintico” o una dominicana le dice que “no esté muy melao” o un ecuatoriano lo pide “subidito” y un venezolano –como yo- lo pide “marroncito”. Jorge es un experto en identificar los acentos y los países de procedencia; entiende los giros comunes de sus fugaces consumidores y yo me he adherido al grupo que al verle le llaman “Jorge”

Por nuestra parte puedo decirles que también trabajamos fuerte. Estamos en estos momentos planificando la apertura de una segunda guardería. Este año va a ser duro también, con muchas gestiones y no pocos dolores de cabeza al tener que vérnoslas nuevamente lidiando con el Ayuntamiento correspondiente y con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. A nuestra favor tenemos que ya sabemos lo que tenemos que hacer y cómo lo tenemos que hacer y mejor aún, sabemos lo que NO tenemos que hacer.

Corro por terminar esta colectiva, pues en breve llevaré a mi hijo Manuel a Barajas. Vino a España por una semana para visitar unas cuantas empresas relacionadas con su trabajo en Fortis Investment. Fue una grata sorpresa que le dio el mejor de los oxígenos emocionales a su madre y a mi me obligó a cocinar platos de fin de semana especiales por la presencia del “niño” De Federico recibimos la gratísima noticia de su nombramiento como HHRR Head para Venezuela de Philips Morris. Esta posición le lleva a reportar fuera de Venezuela y es un importante “exposure” para una asignación laboral futura fuera de los dominios de “ojo pelao” o “pegao” “secundum” Octavio. Isabel por su parte padece una grave ansiedad automotora pues en esta semana le entregaron su coche. Me tiene loco con la póliza de seguro para comenzar a conducirle... Los coches a lo largo de mi vida solo me han dado dos cosas: Gastos y disgustos. Yo los detesto más que a la CocaCola. Hurra! Llaman al segundo acto. Ya les contaré la semana que viene... Abrazos a todos. Agur.
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TITULO: Secuencia

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