23 abril 2006

SCRIPTURA QUAE NON EST SUBSCRIPTA NULLAM FACET FIDEM


Queridos todos:

Para el que profesa una religión distinta a la judía, musulmana o cristiana, así como para el ateo, la Biblia es algo baladí. Afirmo lo anterior porque en mi última colectiva planteábamos nuestras severas dudas sobre la Biblia desde el punto de vista de “Revelación de la Palabra Divina” y nos hemos quedado con ellas, con las dudas mismas. Y ello lo sustentábamos desde dos puntos de reflexión y análisis: el primero porque así como ocurre en los partidos de fútbol que hay árbitros que ven faltas donde nos las hay y no las ven cuando las hay, pues igual ocurre con los textos bíblicos. Hay algunos “árbitros” que ven la Palabra de Dios en algunos textos y otros que no la ven y peor aún, algunos dicen que donde el otro la ve esta equivocado. Y para todos esos casos de arbitraje, nos preguntamos: ¿Quién le enseñó al árbitro bíblico a discernir cuando es y cuando no Palabra de Dios un texto? Y la segunda cosa que nos genera una severa duda, ya no es sobre la divinidad del mensaje, sino sobre la lealtad y apego a los textos originales por parte de los traductores. Tratándose de Palabras Divinas, preocupa, y mucho, la liberalidad de los muchísimos traductores de la Biblia, pues al igual que con cualquier otro texto, no escapa al fenómeno “traduttore-traditore” inherente a ese tipo de actividad, algo que muy bien nos hacía saber no solo nuestro traductor esperantista, el tío Fernando, sino Cervantes cuando escribió: “... y lo mesmo harán todos aquellos que los libros de verso quisieren volver en otra lengua: que, por mucho cuidado que pongan y habilidad que muestren, jamás llegarán al punto que ellos tienen en su primer nacimiento”

Y hablamos de un libro con cinco mil años de antigüedad, que nace escrito, en pedazos de pergamino, en el primitivo arameo (ni siquiera el de los tiempos de Cristo) hasta ser llevado primero al griego, luego al latín y de allí traducido a las innumerables lenguas vivas de la actualidad incluyendo a lenguas de un primitivismo alucinante como el eusquera o el goajiro. ¡Casi nada! Pero... llegados a este extremo, resulta que existe todavía otra fuente de duda sobre lo Divino en los textos bíblicos, y es ya sobre el mismísimo “mensaje divino”. Aceptemos por un momento que la traducción de un texto es de una pureza y honradez cristalinas y que realmente ese texto es Palabra de Dios; entonces nos entra la duda o la indignación, según corresponda, que genera el “sesgo divino” cuando leemos textos como, por ejemplo, por elegir uno inmediato y patente, el del noveno mandamiento: “No desearás la mujer de tu prójimo” Podríamos pensar que ¡por fin las mujeres han metido un gol en el plano religioso pues literalmente Dios no las incluye en este mandamiento! Quiere decir que Dios nos advierte que si una mujer desea al hombre de la prójima (como cualquier cuaima de telenovela) no peca, no comete falta. Y esto está así desde el principio y se ve reforzado en sus postrimerías cuando leemos que Cristo dice: "Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla comete adulterio con ella en su corazón." Esta claro... la mujer no peca si abriga un deseo extra conyugal pero como la pillen aliviando su deseo... entonces hay que cumplir la Ley, La Toráh, la Biblia, en definitiva cumplir la Palabra de Dios y proceder a apedrearla hasta que muera como todavía ocurre en los países islámicos. Esto es de un maquiavelismo sublime: la permiten la fantasía pero la matan por la evidencia del ‘gustirrinin’ ¡Na guará! Como dirían por Barquisimeto... Es indiscutible, según lo anterior, que Dios es Macho por mucho que algunos efímeros exegetas nos vendan que no tiene sexo y más aún de que es hembra.... ¡Quizás esto último explique lo mal que hizo el mundo... jajá jajá! (Chiste de muy mal gusto)

Hoy es un día notable. Se celebra en España el Día del Idioma y del Libro. Hoy 23 de Abril se cumplen 390 años de la muerte de Miguel de Cervantes, día que él mismo intuía pues El 20 de abril de 1.616 dicta de un tirón el prólogo del Persiles y Segismunda, y concluye a manera premonitoria dirigiéndose al lector: “Mi vida se va acabando y al paso de las efemérides de mis pulsos, que, a más tardar, acabarán su carrera este domingo, acabaré yo la de mi vida [...]. Adiós gracias; adiós donaires; adiós, regocijados amigos: que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida.” En realidad murió el viernes 22 de abril de aquel año y fue inhumado al día siguiente, en el convento de las Trinitarias, según la regla de la Orden Tercera, con el rostro descubierto y vestido con el sayal de los franciscanos. Por ello, en los registros de su parroquia, se consigna que su muerte ocurrió el sábado 23, de acuerdo con la costumbre de la época, de establecer como día de la muerte la fecha del entierro. Como sabemos, no hay homenajes ni ofrendas florales a los pies de sus restos, pues éstos desaparecieron el siglo siguiente cuando se realizó una reconstrucción del convento.

En el momento que escribo estas letras se esta terminando en el circulo de la Bellas Artes de Madrid la lectura continuada del Quijote; en mi cercana Alcalá de Henares, patria chica de Cervantes también ocurre lo propio. Y sus majestades Don Juan Carlos y Doña Sofía entregaron en el paraninfo de la Complutense el premio Cervantes al tercer mexicano en lograrlo Sergio Pitol que escribe muy bien pero que lee muy mal como se pudo observar en su discurso de entrega del codiciado Nóbel de la lengua Castellana. Durante este fin de semana las librerías han abierto en horario especial hasta las dos de la madrugada y la biblioteca nacional, regaló un par de libros a todos los visitantes durante el día de ayer, que pudieron contemplar incunables que solo se muestran anualmente para estas fechas. Asimismo, se realizó la competencia anual de Ortografía Felipe Álvarez, en donde dos mil chavales de la Comunidad de Madrid competían por uno de los 50 suculentos premios en metálico (hasta 15 mil euros) que ofrecen los organizadores. La prueba consiste en 350 palabras y diez frases con cierta dificultad ortográfica. Excelente ejemplo a seguir. La prensa trae algunas de las palabras que tenían que escribir los jóvenes con sus significados. Un examen que muchos Licenciados y “doctores” suspenderían:

- Morigerado: Bien criado, de buenas costumbres.
- Carbizal: Matorral de carbizos. (Carbizo: Roble basto que produce la bellota gorda y tiene la hoja ancha como la del castaño).
- Eburnación: Aumento morboso de la densidad de un cartílago o un hueso.
- Pignorar: Dar o dejar en prenda.
- Ribazo: Talud entre dos tierras que están a distinto nivel.
- Uxoricida: Hombre que mata a su mujer.
- Jácena: Viga gruesa de pino que se utiliza como viga maestra en los tejados a dos aguas.
- Hebijón: Clavo o púa de la hebilla.
- Adarve: Camino situado en lo alto de una muralla, detrás de las almenas; en fortificación moderna, en el terraplén que queda después de construido el parapeto.
- Alcahaz: Jaula grande para encerrar aves.
- Abencerraje: Individuo de una familia del reino musulmán granadino del siglo XV.
- Ecuóreo: Perteneciente o relativo al mar.
- Protervo: Perverso, obstinado en la maldad.
- Cavatina: Aria de cortas dimensiones, que a veces consta de dos tiempos o partes.
- Apellar: Untar y adobar la piel sobándola, para que reciba bien los ingredientes del color que se le quiere dar.

Asimismo, la Escuela de Escritores quiso este año celebrar el Día del Libro y del Idioma homenajeando a las palabras. Y para ello estableció una encuesta pública sobre la palabra más bella del idioma Castellano. En esta oportunidad los premiados no han sido los autores ni sus obras, sino el término que los internautas hispanohablantes hemos –me incluyo- elegido como la palabra más bonita del castellano. Como era de esperarse la mayoría eligió por el significado de la palabra y no por su musicalidad y estructura, por ello... La melosa, peripuesta, gomosa y lechuguina palabra AMOR, -qué te puedes esperar- fue la ganadora con 3.364 votos, como el vocablo más bello de la lengua castellana. La siguen en este orden las palabras Libertad, Paz, Vida, Azahar, Esperanza, Madre, Mamá, Amistad y Libélula. De estas diez primeras en el ranking de ganadoras yo habría elegido AZAHAR. Las otras me parecen de un cursi grosero y meras proyecciones del desfondamiento afectivo de la media de los mortales. ¿Y en donde dejamos a ‘mamá’ y ‘libélula’? Vamos son abominables... como belleza claro está. Participamos 41.022 internautas de todo el mundo que enviamos 7.130 términos diferentes y explicamos por qué los habíamos elegido respetando las dos condiciones establecidas en el concurso: que no fuera un nombre propio y que estuviera recogida entre los términos que figuran en los diccionarios de lengua castellana. Ya veo que no ganó mi palabra que fue: CARACOLA y expliqué mi por qué: “redonda, sonora, plateada... profunda, llena de agua, casi infinita, casi eterna... y honda y ondeada.” Todo esto pueden verlo si tienen curiosidad en el siguiente site: www.escueladeescritores.com Solo fuimos 17 (el 0,04%) de los 41 mil participantes los que la elegimos. Una vez más digo como Unamuno: ¡Vencerán, pero no convencerán! No me extrañaría que Federico García Lorca, se hubiese inclinado, de estar vivo, por esa misma palabra a la que dedicó el siguiente poema:

“Caracola
Me han traído una caracola.

Dentro le canta
un mar de mapa.
Mi corazón
se llena de agua
con pececillos de sombra y plata.

Me han traído una caracola.”

Y nada más. Me voy con mi caracola a las Galias porque el próximo fin de semana estaremos viajando por Paris. Por ese motivo no enviaré la acostumbrada carta semanal. La pasada semana, Semana Santa, tampoco lo hice pues entre el espectáculo de las procesiones con Cristos despedazados y sangrantes y mi procesión personal a causa de estos políticos que despedazan y sangran España, la misma habría herido –nunca ofendido- a muchas de las almas inocentes que me leen... Un fuerte abrazo. Agur

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TITULO: La escritura no firmada no hace fe alguna...

09 abril 2006

AD PEDEM LITTERAE

Queridos todos:

Terminábamos la anterior colectiva anunciando que a lo mejor el próximo éxito discográfico de los santones monjes budistas venga del Tibet pero con ritmo de “sevillanas” debido a la “reencarnación” en un chiquillo granadino de uno de los Lamas y que esto no es otra cosa que la manifestación de la autoconciencia produciendo uno de sus característicos “monstruos”, como diría Goya, porque sabe que muere y que para algunos muere para siempre.

En definitiva, el refugio en una deseada (¿probable?) vida más allá de la muerte, como manera de soportar y superar a ésta; la sed de inmortalidad que tratan de apagar muchos credos religiosos apalancándose en la fe. Fe en Dios y en su Palabra: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Y todas las cosas por él fueron hechas" (Jn. 1:1-3). Y esta Palabra de Dios nos cuentan que está consagrada en el libro de los libros: LA BIBLIA.

Aparece Dios hablando a Moisés en el monte de Sinaí y allí escribe las tablas de la Ley. Esas tablas aparentemente de madera, fueron celosamente guardadas en el Arca de la Alianza y allí quedaron para siempre ocultas en el lugar donde dicha Arca fue escondida, por el profeta Jeremías, en una cueva del monte Nebó... (Macabeos. II, 2) Sin embargo, las malas lenguas dicen que el Arca –incluso algunos judíos opinan así- se encuentra en la actualidad, muy bien guardada, en el Vaticano. De todas maneras, lo que cuenta para nuestro tema de hoy es que Moisés escribió el mensaje divino en el cuerpo inicial de la Biblia: el Pentateuco o los cinco libros que constituyen “la Toráh judaica” y a este cuerpo inicial de libros se añadieron muchos otros hasta totalizar 24 mientras que la Biblia cristiana totalizan 39 debido a que algunos libros de la Biblia hebrea fueron divididos en dos (Ejemplo Samuel I y II) más los añadidos por el Nuevo Testamento.

Sabemos que nuestras vidas no son otra cosa que la resultante, la síntesis, de innumerables escenarios de luchas entre el azar y la necesidad, y que lo que llamamos nuestra felicidad no escapa de ser un interminable ejercicio ambivalente, bipolar de “bueno-malo” de donde surge esa cosa curiosa, extraña, y sui generis que se ha dado en denominar “Etica”. Por ello no podemos ni debemos ignorar la influencia y la importancia de la Biblia en la historia de la humanidad por dos cosas: la primera porque ella es para millones de fieles la “Palabra de Dios” y la segunda porque es el principio y fundamento de la ética occidental.

Abordemos un poco la particularidad de ser la Palabra de Dios. Si nos acercamos un poco, de manera objetiva, a la Biblia, nos damos cuenta que en principio no son otra cosa que un cierto numero de libros escritos en fechas distintas, por autores distintos y en idiomas distintos. Mucho llovió desde que Moisés escribió “La Toráh” hasta la versión bíblica, hasta hace muy poco la oficial de la Iglesia Católica, de La Vulgata Latina de San Jerónimo, escrita entre el año 382 al 404 d.C. Siendo así, ¿qué consistencia literaria pueden tener sus textos? En aquellos años, la mayor parte de los cristianos usaban, hasta aproximadamente el siglo cuarto, la LXX (Septuaginta) como base para el Antiguo Testamento. Por supuesto que también había una considerable cantidad de literatura que se consideraba “escritura inspirada” motivo por el cual, los primeros concilios de la Iglesia se ocuparon en gran parte de este asunto. La idea era saber a fondo lo que verdaderamente constituían las escrituras; es decir cuales eran inspiradas por Dios y cuales no. Había que discernir entre los Libros Protocanónicos o verdaderamente inspirados por Dios y los dudosos o Deuterocanónicos. De hecho, San Jerónimo no quería incluir los Deuterocanónicos en su famosa traducción. Este hombre tenía el conocimiento del “canon hebreo” que se había desarrollado y sabía que esos libros no tenían inspiración; y no eran aceptados ni por la Iglesia ni por los judíos.

Fue San Agustín, contemporáneo de san Jerónimo, quien quería incluirlos en la nueva traducción de la Vulgata. Después de conferenciar con el Papa Dámaso y sabiendo que gran parte de la gente estaba a favor de Agustín, Jerónimo decidió incluir los libros Deuterocanónicos en su famosa traducción. Es importante saber que san Jerónimo no era bien aceptado en la antigua capital de Roma lo que también influyó que estos libros ya mencionados fueran agregados en esta versión. Ya vemos como unos textos no inspirados luego pasan a serlo por causa de “presiones” internas...

Salta de todo lo anterior algunas graves preguntas: ¿Cómo se sabe que un libro está inspirado y otro no? ¿Es eso posible?, ¿Por qué uno es Palabra de Dios y el otro no? ¿Quién tiene el cedazo cognoscitivo para detectar el rasgo divino en los escritos? Y algo que nos llama muchísimo la atención: ¿Cuánta fiabilidad hay en la traducción de los libros bíblicos? ¿Escapa la Biblia al fenómeno “Traduttore-traditore” que tanta desconfianza genera? Y este es el otro punto de gran interés con relación a la Biblia. ¿Podemos fiarnos de las traducciones hechas de los libros de la Biblia, máxime que son en su mayoria traduciones de segundo, tercero o enésimo grado? Es decir, traducción de traducción de traducción. ¿No ocurrirá con ello la misma deformación de la frase usada en el juego del teléfono? ¿Tenía el mismo sentido las palabras utilizadas en arameo que las del actual castellano? Veamos al azar algunos ejemplos de traducciones y sus distintos matices sin ser estos los más delicados bíblicamente: Refiriéndose a las excursiones que hacía David en las tierras de los Filisteos antes de ser Rey, se lee en 1 Samuel 27, 9 y 11:

Versión de la Vulgata latina 382-404:
“9 et percutiebat David omnem terram nec relinquebat viventem virum et mulierem tollensque oves et boves et asinos et camelos et vestes revertebatur et veniebat ad Achis”
“11 virum et mulierem non vivificabat David nec adducebat in Geth dicens ne forte loquantur adversum nos haec fecit David et hoc erat decretum illi omnibus diebus quibus habitavit in regione Philisthinorum”

Versión de Reina-Valera, 1909:
"9 Y hería David el país, y no dejaba á vida hombre ni mujer : y llevábase las ovejas y las vacas y los asnos y los camellos y las ropas ; y volvía..."
"11 Ni hombre ni mujer dejaba á vida David,..."

Versión de Nácar-Colunga, 1944:
"9 David asolaba estas tierras, sin dejar vivos hombre ni mujer..."
"11 David no dejaba con vida hombre ni mujer..."

Versión “nueva” de Reina-Valera, 1960:
"9 Y asolaba David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer ;..."
"11 Ni hombre ni mujer dejaba David con vida para que viniesen a Gat..."

Versión de la Biblia De Jerusalén, 1975:
"9 Devastaba David la tierra y no dejaba con vida hombre ni mujer..."
"11 David no dejaba llevar a Gat con vida hombres ni mujeres..."

Versión de Nuevo Mundo, 1987:
"9 Y David hirió la tierra, pero no conservó vivo ni a hombre ni a mujer..."
"11 En cuanto a hombre y a mujer, David no estaba conservando vivo a ninguno..."

Para complicar más las cosas están también los llamados Evangelios Apócrifos que son aproximadamente 10 y digo aproximadamente porque cuando menos te lo esperas aparece en alguna cueva otro ejemplar como recientemente ha aparecido el manuscrito copto del evangelio de Judas. ¿Es inspirado o no este evangelio? ¿Su traducción es fiel o no? ¿Pasará a formar parte integrante de la Biblia? Estoy seguro que muy pronto harán películas y novelas tomando como base dicho evangelio.

Los textos del evangelio de Judas provienen de la tradición gnóstica, una corriente religioso-filosófica popular en los siglos II-IV. Los gnósticos reclaman la posesión de un conocimiento secreto e inaccesible para la gran mayoría de la gente y se centran especialmente en lo espiritual e intelectual que ellos desprecian de la creación material, incluyendo el cuerpo humano. Esta rama fue condenada por San Ireneo en el año 180 mencionando precisamente el Evangelio de Judas.

Ante las ampollas que ya se están levantando, El padre Jesuita Gerald O’Collins, profesor de Cristología en la Universidad Gregoriana de Roma, dice que el texto, como los evangelios apócrifos de María Magdalena y Felipe, no merecen el nombre de ‘Evangelio’ pues son textos que en realidad “tratan de reforzar la importancia” de los personajes a quienes se les atribuyen posteriormente. Según O’Collins “Un Evangelio es un género literario –establecido por Mateo, Marcos, Lucas y Juan- que se centra en la vida, muerte y resurrección de Jesús” y que el de Judas no tenía importancia para la mayoría de los cristianos cuando fue escrito cientos de años atrás (¡). Me pregunto ¿Cómo sabe el padre O’Collins, si ese texto esta inspirado o no? Es muy distinto un Judas traidor a un judas cumplidor del designio divino y sufridor del mismo. Es un giro fuerte el de un Judas villano a un Judas discípulo abnegado y cumplidor de una labor que ayuda a la redención de la humanidad... ¿Pasará con todos esos evangelios apócrifos lo mismo que con los libros Deuterocanónicos que al final pasaron a formar parte integrante de la Palabra de Dios? ¿Habrán grupos de presión o intereses para que ello ocurra? Y entonces... ¿Quedaría la ética occidental inalterada si ocurre algo así?

Pues si, lo reconozco: ¡Menudo tostón estoy dando a aquellos que hayan tenido la paciencia de llegar hasta aquí con su lectura!. Pero tenemos que reconocer que el tema tiene un interés especial, principalmente ahora que estamos entrando en la Semana Santa. Un fuerte abrazo. Agur.


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TITULO: Al pie de la letra...

01 abril 2006

MAGISTER ALIUS CASUS

Queridos todos:

Cada vez encuentro más datos que me llevan a pensar que Cervantes tenía en mente el traslado de los restos de San Juan de la Cruz a Segovia cuando escribió el capítulo en donde se habla “De las discretas razones que Sancho pasaba con su amo, y de la aventura que le sucedió con un cuerpo muerto, con otros acontecimientos famosos” ¿Existió Alonso López? Al menos, en la ciudad de Alcobendas, sita en la Comunidad de Madrid, de donde según relata Cervantes era oriundo el antes citado, le tienen dedicada una calle y con su nombre se designa un Instituto de Segunda enseñanza en esa localidad... Seguiremos la pista de este López quien después de todo el follón que se menciona en la aventura le dijo a Don Quijote: “Olvidábaseme de decir que advierta vuestra merced que queda descomulgado por haber puesto las manos violentamente en cosa sagrada: juxta illud: Si quis suadente diabolo, etc. -No entiendo ese latín -respondió don Quijote-, mas yo sé bien que no puse las manos, sino este lanzón; cuanto más, que yo no pensé que ofendía a sacerdotes ni a cosas de la Iglesia, a quien respeto y adoro como católico y fiel cristiano que soy...”

Fue el azar quien hizo ese encuentro y esa aventura. Nuestras vidas están impregnadas por ese azar del cual no podemos aislarnos. Muchas veces son cosas, personas o hechos casi sin importancia las que cambian nuestras vidas. “La Saga” que semanalmente nos entrega Kacike es un vivero de historias ligadas al azar que terminaron con el asentamiento de nuestra familia en Venezuela. Igualmente si analizamos cualquier evento de nuestra historia personal podemos ver en ella cómo el azar juega un importantísimo rol. Personas que conocimos muy de pasada, de pronto se tornan importantes en nuestras vidas; tan importantes que alteran el curso de la misma. Incluso personas a quienes nunca hemos conocido y que se constituyen en causa de un cambio radical. Sin ir más lejos, en mi caso personal, Hugo Chávez.

Durante toda mi vida laboral, mi estrategia estaba teleológicamente consustanciada con retirarme, con suficientes bienes de fortuna a los 55 años de edad. Cada año hacia inversiones, con el dinero que podía quedarme, para lograr esa meta. Queríamos vivir, a partir de 2003, entre España y Venezuela: 6 meses por año en cada país. Con orgullo puedo decir que la estrategia la habíamos cumplido exitosamente. Pero el azar jugó su papel: Chávez ganó las elecciones. Dependiendo del ojo con el cual se mire, cometí el gravísimo error o realicé el más honroso y patriótico acto de invertir únicamente en Venezuela. Nunca expatrié definitivamente dinero en dólares –como lo hizo y hacen la inmensa mayoría de los venezolanos- y solo invertí fuera cuando compre nuestra casa de retiro en España, la que ustedes bien conocen como mi República de Manolia.

De esa manera gratuita, nos habían arrebatado para siempre toda nuestra estrategia, todos los planes que se fueron cristalizando a lo largo de 30 años de trabajo honrado en empresas de primera calidad. Nos habían quitado, pues, la vida y de paso, le han quitado el futuro a todos esos excelentemente preparados jóvenes de la Venezuela actual, si persisten en quedarse allí. La aparición de Chávez, fue un juego del azar, tan traumático como para Alonso López la aparición del Quijote mientras trasladaban el féretro a Segovia pues “a mí de derecho me habéis vuelto tuerto, dejándome una pierna quebrada, la cual no se verá derecha en todos los días de su vida; y el agravio que en mí habéis deshecho ha sido dejarme agraviado de manera que me quedaré agraviado para siempre; y harta desventura ha sido topar con vos, que vais buscando aventuras.”

Y lo que el azar nos depara lo enfrentamos con la necesidad; y luchamos para superar o para afianzar eso que nos depara el azar; para afianzar nuestra necesidad primitiva y última de vivir. Pero como humanos damos valor a los hechos. Nos persigue una fatídica manía ontológica primaria y bidimensionada: el aquí y el ahora. Y por ello solemos asignar o valorar como “bueno” aquello que apoya la vida y su disfrute y como “malo” todo lo contrario. Lo curioso es que algo que valoramos como malo “hic et nunc” un tiempo después lo valoramos como “bueno”. Nuestras vidas no son otra cosa que la resultante de innumerables escenarios y luchas entre el azar y la necesidad, y nuestra felicidad un interminable ejercicio ambivalente “bueno-malo” de donde surge esa cosa curiosa, extraña, y sui generis que se ha dado en denominar “Etica”

Esto no es nada nuevo, así lo había presentido el filósofo griego Demócrito de Abdera cuando decía: "Todo cuanto existe es fruto del azar y la necesidad". Jacques Monod, premio Nóbel de medicina, es más conocido por su obra “El azar y la necesidad”, que por su labor estrictamente científica. En esta obra, Monod no solamente habla de biología, pues, sutilmente, penetra en los órdenes religioso e ideológico. El subtítulo ya es toda una declaración: Estudios sobre la filosofía natural de la moderna biología.

El azar y la necesidad desarrolla un cierto número de tesis sobre la "gran paradoja de los sistemas vivos": el hecho de que estos sistemas sean a la vez inmutables y perpetuamente cambiantes. Inmutables, porque son el teatro de fenómenos indefinidamente idénticos a sí mismos. Perpetuamente cambiantes, en cuanto les sobrevienen eventos imprevistos que modifican el curso de las cosas. En el mundo vivo, la reproducción funciona como el operador principal. Para el genetista, el ser vivo representa la ejecución de un programa inscrito en su herencia. Pero sobre esta trama regular intervienen variaciones imprevisibles: las mutaciones. A escala evolutiva, las mutaciones permiten la aparición de nuevas especies y tipos. Pero a nivel individual, las mutaciones son siempre nocivas y se producen por azar, mientras que la herencia obedece a leyes conocidas.

Monod clasifica las grandes corrientes explicativas de los sistemas vivos en dos grupos, unos que afirman que la necesidad (teleonomía) dirige el azar (la emergencia) y los otros, al contrario, que la emergencia precede a la teleonomía. En el primer grupo se encuentran todas las teorías vitalistas que hacen intervenir a una misteriosa "fuerza vital" propia de la materia viva, como las explicaciones causales de naturaleza metafísica o "animista", desde la física de Aristóteles hasta las tesis de Teilhard de Chardin. Curiosamente, Monod afirma, que a esta misma "familia ideológica" también pertenece el materialismo histórico del marxismo; pues citando a Engels y Marx, demuestra que "el marxismo es una forma moderna del animismo universal", un idealismo que se engaña a sí mismo al vanagloriarse de "objetividad", por ejemplo, cuando Engels rechaza el segundo principio de la termodinámica y el criterio selectivo de la evolución. Para monod, "Las sociedades marxistas profesan una religión materialista y dialéctica de la historia. Su sistema está enraizado en el animismo, fuera del conocimiento objetivo, fuera de la verdad, extranjero y definitivamente hostil a la ciencia, a la que quiere utilizar, pero no respetar y servir". Y precisa: "Más aun que los otros animismos, el materialismo histórico reposa sobre una confusión total de categorías de valor y de conocimientos. Esta confusión le permite, en un discurso profundamente inauténtico, proclamar que ha establecido "científicamente" las leyes de la historia, a las que el hombre debe someterse y obedecer, si no quiere entrar a formar parte de la nada. Una ilusión tan pueril como mortal".

No os voy a dar el cotarro con la obra de Jacques Monod, solo advertiré que tuvo el mérito de plantear muy certeramente el problema. Las soluciones que propone, así como la ética que busca definir, no me parecen satisfactorias. En el momento mismo en que habla de "conocimiento objetivo", Jacques Monod ha hecho implícitamente una elección; una valoración que hay que situar previamente en un sistema de valores y allí nos perdemos...

Tenia todos estos pensamientos mientras caminaba ayer por la ribera del rio Henares cuyas fotos compartí con vosotros enviando una invitación a verlas... Mater natura, principio y fin, y nosotros un producto complejísimo, como individuos, de polvo estelar con conciencia de si mismo en ella, siendo ella, mientras destroza simultáneamente, como especie enferma y demente que somos, a esa misma naturaleza. Somos una suerte de azar para la Naturaleza y ésta tiene también su ejercicio de necesidad que acabará por exterminar a esa, nuestra especie, como “sabiamente” ya lo ha hecho con muchísimas otras.

Allí estábamos en la ribera del Henares llena de carrizos, sauces llorones y árboles del cielo “altus altíssimus” con su inexorable función invasora... El ruido del rio, el croar de los patos y gansos, el piar de la multitud de pájaros me hacen hermanar con ese mágico entorno que me recuerda una y otra vez que “polvo eres y en polvo te convertirás... “ polvo indestructible que un buen día puede ser parte integrante de otro ser. Las leyes físicas nos recuerdan que en la naturaleza nada se destruye todo se transforma. Quizás sea esta la base científica –la única válida- de ese timo que han dado en llamar los santurrones del otro bando, como “Reencarnación”. No me vengan con ese cuento de que seré un árbol, o un gallo, o un ratón o cualquier otro animalejo... si no tengo conciencia de mi mismo. Y en el presente, aún aceptando esa trampa lisonjera y falso bebedizo de eternidad ¿de qué me sirve ser hoy en día reencarnación de muchos otros seres si no me acuerdo de cuando era ellos y no era yo?. ¿Si no me aportan ninguna experiencia utilizable en mi ejercicio diario de lucha necesidad-azar? ¡Qué horroroso despilfarro! Todas esas experiencias tiradas al trasto del olvido y que solo emergen –según dicen- muy circunstancialmente y en dudosísimas situaciones de regresiones hipnóticas... y para más INRI, ahí tenemos al próximo Dalai Lama hoy en día “reencarnado” en un chaval de Granada. Resulta pues que el próximo Dalai Lama come gazpacho andaluz y puede que en lugar del monótono cantar bitonal de los monjes budistas se lance, en el insoportable silencio de los templos de Lhasa, por “bulerías” o por “martinete” o por algún otro “palo” del Cante Grande del flamenco... ¡Ya te digo! Quien quita que así como ha sido un éxito discográfico el aburridísimo canto de los monjes budistas de un templo en Barcelona (todavía España), a lo mejor el próximo éxito discográfico de los santones de hoy en día venga del Tibet pero con ritmo de “sevillanas”. En fin la autoconciencia produce sus propios corto-circuitos o “monstruos” como diría Goya, porque sabe que muere y para algunos muere para siempre... Agur.

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TITULO: El azar es un segundo maestro