01 marzo 2011

Blas de Lezo y Antonio Gutiérrez o del olvido histórico...

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He oído decir que el queso de cabrales fue anterior al de roquefort, que el cava fue creada en España antes que el champán, que la radio no la inventó el italiano Marconi sino un militar español, que la escuela de Salamanca estableció los principios de la Economía Liberal mucho antes que Adam Smith y David Ricardo... Si todo esto es cierto me pregunto: ¿Por qué los franceses gozan mundialmente el reconocimiento de ser los creadores del queso Roquefort y de la Champaña? ¿por qué Marconi es considerado el inventor de la Radio? y ¿Cómo es posible que nosotros mismos no supimos implementar un sistema económico-liberal? En definitiva, ¿Qué hemos dejado de hacer?

“Si quien hace las cosas no lo dice, entonces otro lo hizo o simplemente nunca se hizo” Esta frase parece que encaja con la conducta de silencio, minusvaloración e incluso ¿desprecio? que se manifiesta en España y en muchos españoles hacia los logros de destacados individuos. Estoy seguro, como ejemplo, que de no haber sido por la labor de difusión y propaganda de Iglesia Católica, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, habrían quedado hoy en el olvido; como prácticamente están hoy en el olvido dos de los más grandes españoles: Blas de Lezo y Antonio Gutiérrez.

No ocurre así en el resto de los países. Ahí tenemos, a guisa de ejemplo, el caso de Inglaterra. Es de conocimiento universal, incluso en España, que la Armada invencible fue abatida por Inglaterra y, de igual manera, es de conocimiento público que la batalla de Trafalgar (Cádiz) contra la flota franco-española la ganaron los ingleses bajo el mando del Almirante Horacio Nelson. Lo más notorio no ha sido el que los ingleses ganasen en ambas oportunidades, sino que todavía hoy en día, cada ciudadano británico lo sabe y además, ¡también lo sabemos nosotros!

Con temor y temblor tuve el atrevimiento, días atrás de preguntar a varios chavales de nuestros Institutos me dijesen quienes eran Blas de Lezo y Antonio Gutiérrez. Algunos tuvieron la dignidad de contestarme que no sabían nada de aquellos señores. Otros, más atrevidos contestaron tantas estupideces que el pudor me impide extenderme en ello. Curiosamente, eso si, habían oído hablar “lo de la Armada Invencible y la Batalla de Trafalgar” Este es el resultado para un país que se vende y de otro, nuestra España, que no se vende. Como la ocasión la pintan calva, y desconociendo querido lector, el conocimiento que puedas tener de la historia de España aprovecho y resumo diciendo que:

A Blas de Lezo Olavarrieta, Comandante General de Cartagena de Indias, le tocó defender esa plaza (1741) del mayor ataque realizado, en toda su historia, por la flota inglesa y bajo el mando del almirante inglés Edward Vernon. En ese entonces la flota inglesa, fue la agrupación de buques de guerra más grande que había surcado los mares (2.000 cañones dispuestos en 186 barcos, entre navíos de guerra, fragatas, brulotes y buques de transporte, y 23.600 combatientes entre marinos, soldados y esclavos de Jamaica, más 4.000 reclutas de Virginia (Estados Unidos) bajo las órdenes de Lawrence Washington, medio hermano del futuro Presidente George Washington). En la historia mundial esa flota solo ha sido superada por aquella que atacó a Normandía, el famoso dia "D" durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ello, Blas de Lezo, con sólo seis navíos, 2.830 hombres y con mucha imaginación asi como experiencia (Había estado ya en 22 batallas), logró que el sitio de Cartagena de Indias fuese una de las más grandes victorias para España. El Rey de Inglaterra, Jorge II, profundamente humillado, prohibió hablar de ella o que se escribieran crónicas alusivas; como si nunca hubiese ocurrido, pero con ella, Blas de Lezo aseguró el dominio español en los mares durante más de medio siglo hasta que lo perdió en Trafalgar.

Por otra parte, a Antonio Gutiérrez de Otero y Santayana le cabe el honor de haber repelido en 1797 el ataque de la Marina Británica a la isla de Tenerife bajo el mando del contralmirante Nelson, el mismo que después ganó en Trafalgar. En esa oportunidad la flota inglesa estaba formada por siete navíos y fragatas y un total de 900 hombres como tropas de desembarco, mientras que en las Canarias carecían de unidades militares, y la defensa corría a cargo de milicias formadas por los propios vecinos, que bajo el mando de Gutiérrez repelieron el asalto en el cual la escuadra británica fue vencida dejando un saldo de 226 muertos y 123 heridos, entre los que se encontraba el propio Nelson, que perdió un brazo por bala de cañón y para intentar salvar un poco su prestigio afirmó haberse enfrentado a unas fuerzas de unos 8.000 hombres.

En la memoria de todos los turistas que han visitado Londres vive la imagen de la Plaza de Trafalgar con la estatua del Almirante Nelson en el ápice de una larga columna. En toda España solo hay un pequeño busto de Antonio Gutiérrez en Tenerife, ese gran español que venció a Nelson y le dejó manco. Y de Blas de Lezo no existe ninguna. La única que existe la podemos contemplar en la otrora Cartagena de Indias, (Colombia). Ellos, los ingleses, no solo conocen su historia sino que además hacen la suficiente propaganda mediante, plazas, monumentos, calles, festividades... y si hace falta, eliminan, absurdamente, los capítulos pocos favorables. No sé por qué me da por pensar que en nuestro país parece que se quiere eliminar toda la Historia, es decir, a España.

Es una mera impresión...
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NOTA: En la Imágen Blas de Lezo y un cuadro sobre el sitio de Tenerife
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6 comentarios:

Unknown dijo...

Superinteresante!!!!

Antonio de la Rosa dijo...

Coincidimos primo, no hay cosa que e repatee más que ver, procuro no mirar, la columna de Trafalgar en la plaza de Londres. Algo parecido me ocurrió en Paris hace un par de años, viajando en uno de esos autobuses que van dando información de por donde se va viajando, en una plaza desde la que se tiene una bonita vista de la Torre, los auriculares puntualizaron que el nombre del lugar “Trocadero” proviene de una batalla de los Franceses contra tropas españolas en ese lugar.

Resulta curioso que esa plaza que se erigió en lugar en que está un palacete con el mismo nombre que sirvió para acoger la exposición Universal de 1878 donde se albergó la cabeza de la Estatua de la Libertad antes de viajar a NY.

Para los que no lo sepan, esa fue la última batalla de los 100.000 hijos de San Luis que entraron por Francia y arrasaron España en1823 para eliminar el gobierno “liberal” instalado en España y que en aquellos momentos tenia retenido en el castillo militar de “Trocadero” en la Bahía de Cádiz al monstruo de Fernando VII. Extraño es también que erigieran 45 años mas tarde ese palacete con un nombre tan vergonzoso para una sociedad supuestamente libre como la francesa de esos tiempos.

Hace poco se conmemoró el II centenario de la batalla de Bailen, en la que los Españoles, mayoritariamente Andaluces pusieron en polvorosa a los gabachos, nuestro Rey de ahora no se dignó a participar en las celebraciones, era un episodio vergonzoso de su dinastía.

Un detalle que puede no sepan muchos es que el ejército Español se asentó durante unos días en Utrera antes de acercarse a la batalla, estrategas de esta ciudad pusieron a disposición de ese ejercito un destacamento de Utreranos que serian cruciales en aquella victoria, se trataba de jinetes diestro en la lidia del toro a caballo provistos de largas picas contra las que los franceses de a pié y a caballo no tenían armas y se reconvirtieron en deliciosos “brouchetes du Gabache”

Miguel dijo...

Algunos ejemplos.
“el mayor ataque realizado, en toda su historia, por la flota inglesa”: de ningún modo ha sido el mayor ataque de la marina británica.
“la flota inglesa, fue la agrupación de buques de guerra más grande que había surcado los mares”: tampoco es cierto.
“4.000 reclutas de Virginia (Estados Unidos) bajo las órdenes de Lawrence Washington”: Lawrence Washington era capitán de solamente una compañía.
“En la historia mundial esa flota solo ha sido superada por aquella que atacó a Normandía, el famoso día D durante la Segunda Guerra Mundial”: esto es un disparate.
“El Rey de Inglaterra, Jorge II, profundamente humillado, prohibió hablar de ella o que se escribieran crónicas alusivas”: esto es fantasía.
“Blas de Lezo aseguró el dominio español en los mares durante más de medio siglo hasta que lo perdió en Trafalgar”: España de ninguna manera tenía el “dominio del mar” en el siglo XVIII.
“Ellos, los ingleses, no solo conocen su historia sino que además hacen la suficiente propaganda mediante, plazas, monumentos, calles, festividades... y si hace falta, eliminan, absurdamente, los capítulos pocos favorables”: sólo hace falta informarse sobre la abundantísima bibliografía británica crítica sobre desastres, errores y derrotas para saber que esto es absurdo.

Hagakure dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Hagakure dijo...

Discrepo completamente del comentario de Miguel, y creo que el texto de Manuel es, en general, muy acertado. Vamos por partes:

En primer lugar, comenzaré por lo más inconcreto, pero a la vez más evidente. No se puede cuestionar la existencia de un mito británico de "invencibilidad en el mar", cuidadosa y acríticamente manipulado por una historiografía divulgativa, popular, desde el poder político. Y reforzada con todo el aparato institucional del Imperio -como bien dice Manuel, calles, enterramientos solemnes, bustos y toda clase de panfletos, incluida la publicidad de empresas privadas-. A eso se refiere Manuel, y es tan incuestionable, tan evidente que, aunque parezca paradójico, requiere unas cuantas líneas para explicarlo. Si además nos estamos refiriendo a la campaña de Vernon en el Caribe español, la cosa ya no tiene discusión posible, y la bibliografía especializada que se quiera -de interés sólo para estudiosos y además muy escasa, iniciada en el s. XX y en absoluto "abundantísima"- no invalida el argumento principal.Nada que objetar, porque el uso legitimador de la Historia no es nada nuevo, y nada diferente se le puede pedir a la sociedad británica...pero es muy cierto que sorprende la casi absoluta carencia de esa utilización en España, cuando habría argumentos sobrados, en todos los frentes, para enorgullecernos de nuestro pasado militar y cultural.

Vernon, como principal responsable mayor derrota naval o anfibia británica, hasta la fecha, apenas recibió unas tímidas críticas iniciales, ante un desastre de tal magnitud. Algunos panfletos y discursos políticos que pronto fueron contestados por una maquinaria implacable, con propagandistas -como Knowles- que pronto impusieron su peculiar versión como discurso oficial, que incluía la minimización de la tragedia de Cartagena, la responsabilidad de algún mando secundario y la mitificación de la destrucción de Portobello. El resultado fue incuestionable: Vernon, responsable de una campaña estéril y verdaderamente calamitosa fue aclamado como héroe nacional, enterrado en Westminster, y Portobello es una de las calles más populares de Londres. Si a eso no le podemos llamar propaganda eficaz y eliminación de lo desfavorable...no sé a qué.

Sobre la prohibición "real", lógicamente "oficiosa", a los cronistas "oficiales" de escribir sobre la campaña de Cartagena como derrota aplastante de Vernon, lo absurdo es negarla: son tantas las referencias y tantos los "laudes" institucionales en todo el s. XVIII, que no merece mayor comentario.

Nadie duda de que existan mentes críticas y estudiosos imparciales británicos, empezando por los primeros relatos de protagonistas -Pembroke- y terminando por los primeros estudios imparciales que se han ido publicando en el s. XX -el de Harris, el primero-...lo contrario sería ridículo, pero eso nada tiene que ver con la verdad esencial de lo que comenta Manuel. Simplemente, el poder británico entendió perfectamente el valor de la propaganda. Cosa que jamás, absolutamente jamás se comprendió en España. Sencillamente el Imperio Británico era mucho más "moderno" en estas cosas, como en otras.

Nadie duda que existan textos críticos, y eso no modifica en nada el argumento central: el poder político británico minimizó sus derrotas y utilizó todos los medios a su alcance para magnificar y deformar sus victorias -como la irrelevante destrucción de Portobello-. Nada eso se entiende sin tener en cuenta la lucha por la hegemonía naval y comercial en el s. XVIII, y el enorme poderío que aún conservaba España, especialmente a partir de los planes de Ensenada. Aquí hablamos de la historiografía dirigida al pueblo llano, al público común, que es el verdadero destinatario de la Historia "encauzada" por el poder político, que es el verdadero objetivo de la propaganda política, y negar que el relato oficial de la Historia británica -especialmente la naval, "rule Britannia"...- ha sido el que ha sido, es indefendible.

Hagakure dijo...

En segundo lugar: sobre la entidad de la armada comandada por Vernon. No es posible discutir que se trataba de la mayor flota británica de guerra hasta la fecha. Es que sencillamente no es discutible. Estamos hablando de 185 o 195 embarcaciones, con 36 buques de línea, la mayoría de 70 y 80 cañones -los de 80, los buques de guerra más poderosos del momento-, más de 20 fragatas y al menos 135 barcos de transporte. 24.000 soldados regulares de desembarco, más tropas irregulares de macheteros jamaicanos y unos 3.500 milicianos norteamericanos. Hay que sumar la marinería...Jamás se había visto nada igual. Y tardaría mucho en volverse a ver.

Comparativamente, puede decirse que frente a la Gran Armada de 1588 pudieron llegarse a movilizar más embarcaciones -algo más de 200- , pero estamos contando con la considerable contribución holandesa y los barcos mercantes privados artillados para la ocasión -la gran mayoría de la flota en esa época, en la que no existía propiamente una "Armada" real-. Por otra parte, también hablamos de unos...15.000 hombres MENOS. En el posterior ataque de Drake a la Coruña, nos encontramos con unas 150 embarcaciones y unos 20.000 hombres, otra vez por debajo claramente de la Armada de Vernon. Si hablamos de la toma de Jamaica, por ejemplo, unos cuarenta navíos y unos 3.000 hombres...

Y, por otra parte, el hablar de la mayor flota británica hasta el desembarco de Normandía, si bien puede ser cuestionable -y no por grandes cantidades, salvo de hombres- en cifras, no lo es tanto comparativamente. Sólo se me ocurren dos expediciones de similar entidad, Crimea y Dardanelos en 1915. Y en ambas ocasiones, nuevamente hablamos de un formidable esfuerzo conjunto: las dos son armadas franco-británicas. Con muchos más hombres a desembarcar, es cierto, pero producto del esfuerzo unido de dos grandes estados industriales del s. XIX y XX...en ningún caso superior, en comparación, al esfuerzo hecho por Gran Bretaña para la gran apuesta de Vernon.

Es absurdo cuestionar la enorme entidad, suprema hasta la fecha, de los medios que Gran Bretaña puso a disposición de Vernon, como también es inútil discutir el meticuloso encubrimiento oficial del también enorme, tremendo, fracaso. Fracaso que no se queda en Cartagena, pues Vernon, que quiso enjugar la verguenza de vuelta a Inglaterra y preparar "otro Portobello", recibió otro tremendo varapalo en Santiago de Cuba, a cargo del Gobernador Francisco de Cajigal.

Sobre las repercusiones...pues la historiografía es "pacífica", como suele decirse.El mantenimiento de los mayores dominios ultramarinos de Europa, de las rutas comerciales más importantes hasta ese momento, y de una capacidad naval perfectamente comparable, si no superior a partir de las reformas de Ensenada -tras el declive de la segunda mitad del s. XVII y el inicial en el s. XVIII- a la británica, que no lograría ese "dominio de los mares", de ninguna manera, hasta Trafalgar. Portobello y Trafalgar...

En suma, claro que la historiografía británica "oficial" es abrumadoramente nacionalista -y los autores especializados son eso, pasto de especialistas, pero difícilmente modifican el relato hegemónico de la propaganda política-, claro que la derrota de Vernon fue minimizada y ocultada, tras el escándalo inicial, y Vernon finalmente encumbrado, claro que la Armada de Vernon fue la mayor que cruzó los mares, claro que las repercusiones de esa derrota fueron decisivas para el poder naval español y para la lucha por la supremacía naval -que desde luego NO ERA BRITÁNICA a mediados del s. XVIII, aunque estuvieran en abierta competición con España para lograrla-...claro que se trata de unos hechos desconocidos para el gran público británico -que sin embargo recuerda perfectamente "Portobello"-... y claro que Washington no comandó toda la expedición de las Colonias...pero eso tiene poca importancia.