26 noviembre 2005

NEMO TAN DIVOS HABUIT FAVENTES CRASTINUM UT POSSET SIBI POLLICERI

Queridos todos:

Últimamente reflexiono mucho sobre la estupidez de la vida y su afán. En el evangelio Cristo nos dice “No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su afán.” (Mateo 6, 25-34)

Yo, como incorregible y empedernido pecador que no se toma, ni tomará, en serio esas divinas palabras, tengo, ¡Oh mea culpa! quizás como castigo, las angustias del mañana, del futuro que no dudo muchos otros, pecadores como yo, también las abrigan. Así pues, un monstruoso y desconocido aquelarre me obliga a la lucha, al trabajo diario, a la prevención y planificación constante por asegurar ese futuro, por querer añadir “otro codo a la medida de mi vida” y la de mis queridos, por preocuparme imprudente e indebidamente –evangélicamente hablando- por ella, por la vida, por el mañana. ¿Y cual es el resultado de todo esto? Pues que me veo en el espejo del mitológico Sísifo; el hijo de Eolo, el fundador y rey de Corinto, quien destacó en astucia e ingenio. Cuenta la mitología que tenía muchos rebaños y su vecino Autólico le robaba las vacas. Como el dios Hermes le había concedido a éste el don de convertir los toros en vacas y de cambiar el color de blanco a rojo, Autólico le robaba a Sísifo los toros blancos y los convertía en vacas rojas. El rebaño de Sísifo era cada día más pequeño y el de Autólico cada vez más numeroso por lo que Sísifo empezó a sospechar y se le ocurrió la idea de grabar en las pezuñas de sus vacas la frase "me ha robado Autólico". Tan ladrón era Autólico que quiso robarle parte de su inteligencia y para ello le entregó a su hija Anticlea para que tuviera hijos tan astutos como él.

El ingenio de Sísifo también pudo con los mismísimos dioses del Olimpo, aunque al final le costó la vida. Un día que Sísifo estaba en su palacio vio pasar un enorme águila que llevaba entre sus garras una hermosa mujer. El águila era el dios Zeus que había raptado a la bella Egina hija de Asopo, dios de los ríos. Al rato llegó Asopo y le pidió a Sísifo que le ayudara a encontrar a su hija. Entonces Sísifo le dijo a Asopo que le diría el nombre de la persona que había raptado a su hija si a cambio creaba un río en la colina donde estaba construyendo la ciudad de Corinto. Asopo así lo hizo y Sísifo le contó hacia donde se había dirigido Zeus. Cuando Asopo los encontró, Zeus salió corriendo y se transformó en roca para poder escapar de Asopo. El castigo de Zeus a Sísifo por su traición fue terrible, lo condenó a muerte y envió a su hermano Hades a buscarlo para llevárselo al país de los muertos. Pero Sísifo engañó también a Hades y cuando éste intentó ponerle unas esposas le preguntó:

- ¿Qué son esos brazaletes metálicos?
Y Hades le contestó:
- Son unas esposas y sirven para encadenar a los presos.
Sísifo le dijo:
- Por favor, enséñame como funcionan.
Hades se puso las esposas a sí mismo y Sísifo aprovechó para escapar.

Zeus liberó a Hades y mandó otra vez a Sísifo al reino de los muertos, pero Sísifo le dijo a su mujer que cuando muriese no le hiciese ningún funeral. Cuando llegó al país de los muertos se quejó a la diosa Perséfone que su familia ni siquiera había tenido tiempo para enterrarle y le pidió que le dejara volver a la tierra para poder preparar su entierro. Perséfone le dejó marchar diciéndole: Muy bien puedes irte a arreglar tus cosas, pero vuelve mañana sin falta. Pero Sísifo no volvió en mucho tiempo. Finalmente Hermes lo llevó nuevamente al reino de los muertos donde se le condenó a subir una enorme roca a lo alto de una colina, pero, cuando está casi a punto de llegar a la cima, se le escapa y tiene que empezar de nuevo a subir la piedra y así durante toda la eternidad...

¡Empezar una y otra vez eternamente...! Regresar a GO sin cobrar 200, según el juego del MONOPOLIO. En la Venezuela que viví no existían Planes de jubilación ni de Pensión. El futuro, tu vejez, tenias que arreglártelas por ti mismo. Dos lecciones recibí que fueron para mi altamente edificantes: Ni mis padres ni mis suegros necesitaron jamás de nuestro aporte económico para ellos vivir. Y ambos, empezaron de cero en al menos dos oportunidades: Mis padres en Venezuela y mis suegros en España. Yo aprendí esa lección. Tracé mi estrategia para a los 55 años estar jubilado, con rentas suficientes para nuestra vejez. Nuestro escenario era vivir medio año en Venezuela y el otro medio en España. Un piso en uno de los sitios más espectaculares que la naturaleza ha sabido crear y mimar: el Parque Nacional de Morrocoy con barco (lancha) y Marina. Y una casa en España, en Alcalá y desde aquí disfrutar de este maravilloso, vetusto, inagotable y encantador país que es España. Ese escenario había sido logrado. Fue el esfuerzo de nuestro trabajo y planificación. La roca, mi roca, estaba ya prácticamente en la cima... pero tocó empezar de nuevo a subir la piedra y así ¿hasta cuando...?

Días atrás tuve una comida que reunía a “venezolanos exitosos en España” No puedo quejarme. Pero mi castigo continúa... me han robado el futuro. Si estuviese en Venezuela tendría que pensar solo en el día a día pues ¿quien se atreve a pensar en poder planificar un futuro más allá de 3 meses en el Imperio de “Ojo Pelao”? ¡sería una verdadera temeridad!. Y en España, ya con 57 años en mis espaldas... en un mercado altamente competitivo, donde no puedo bajar la guardia, pues aquí, el ojo pelao tengo que ser yo para poder seguir luchando... Una y otra vez me viene la desconsoladora imagen de Sísifo arrastrando hacia la cima la roca... y me indigno de mi suerte, de la suerte que otros venezolanos ven en mi. Yo había hecho mi tarea para tener esa etapa superada. Y en lugar de tener la actividad que actualmente tengo debería estar con mi barco, en las cálidas y cristalinas aguas de Los Juanes, con un whisky en la mano y un aria de Opera como música de fondo. Por ello exclamo con Calderón de la Barca:

Ay mísero de mí, ay infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros naciendo.
Aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido;
bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor,
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.


Conversaba días atrás con un caraqueño que decía que él siendo de clase alta en Venezuela aquí a duras penas llegaba a clase media. Pero aceptaba ser clase media en Madrid, mas no en Caracas. Yo le dije que era cierto; que eso ocurre en estas naciones desarrolladas que basan su economía en la capacidad de compra de una enorme clase media y en donde el ritmo de vida de un clase A en Venezuela es prácticamente imposible de mantenerse, al menos inicialmente en España, so pena de ruina total. Sin embargo le dije que llegado el caso, yo prefería ser clase pobre en España que media en Venezuela. Desde luego esto le causó admiración. Le dije: Como pobre, en España, tengo albergues para vivir, alimento –la sopa boba-, la Seguridad Social, un sistema de transportes de los mejores del mundo, una delincuencia mínima comparada con Caracas, ropa gratuita o a bajísimo costo y una ciudad con el esplendor de Madrid, con sus bibliotecas y Museos que de solo caminar sus parques y avenidas ya te alegra el espíritu. Por eso no veo tan descabellada la idea de Trúo (Rotellar) cuando invitó a Oscar a hacerse pasar por mendigos y vivir en la calle el resto de sus días... a lo mejor yo también me apunto. Nos ponemos a filosofar en un sitio digno, la Glorieta de Bilbao, o la Plaza de las Cortes. Nos mirarían y escucharían hablando de cosas raras y en Radraga o Esperanto. En poco tiempo nos harían una entrevista los de Telemadrid y de ahí a la fama es cosa inmediata... Así espantaríamos dulcemente el fantasma del futuro aunque me temo que los de Telemadrid nos contraten y terminaríamos haciendo un programa en la tele... eso sería empezar nuevamente de cero, volver a subir por la cuesta la roca y Sísifo me visitaría inexorablemente. Sería un spot de lo mas curioso: “Averigüe por qué un Gerente General de Raymond & Roots, un alto Ejecutivo de la Electricidad de Caracas y un Vicepresidente del Citibank se hacen mendigos por convicción y vocación” Patrocinado por el Corte Inglés. Creo que el rating sería tan espectacular que los programas del corazón con su insufrible cotilleo de cuernos, divorcios, dimes y diretes y fotos exclusivas; así como los de entrevistas con horteras, maricones y gente borde como el de Terelú Campos serían ipso facto eliminados de producción. Así mejoraría sustancialmente la calidad de la TV española y quizás, también, la internacional... ¡Menuda lección le daríamos al mundo!

La próxima semana les contaré alguna de las historias que diríamos en la TV; todas sacadas de nuestra experiencia e interesantes como las del Quijote. Aprovecho la oportunidad para desear el pronto restablecimiento de Don Octavio en su post operatorio. Y nada más un fuerte abrazo a todos.
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TITULO: Nadie ha tenido los dioses tan a su favor como para poder prometerse a si mismo un seguro mañana

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