09 julio 2005

CITIUS, ALTIUS, FORTIUS

Queridos todos:

Pensaba comenzar esta colectiva con comentarios sobre la elección de la sede olímpica del 2012, pero lo acaecido en Londres me hace cambiar de opinión. Otra vez se ha hecho sentir el terrorismo. La única causa del terrorismo es una ideología fanática. Una ideología (llámese islamismo, nacionalismo, marxismo) que permite diferenciar entre nosotros (los infieles, los españoles, los burgueses) y ellos, de modo que aquellos que les son ajenos sean algo menos que humanos, seres perfecta y justamente sacrificables. No es la pobreza la causa del terrorismo islámico –Bin Laden es multimillonario–, ni la respuesta del Gobierno español es la razón de la persistencia de ETA, ni las leyes del libre mercado son la causa de la pobreza en el mundo. Por eso, cuando uno de esos fanatismos pasa a la lucha armada, a la guerra, la única opción es derrotarlo o ser derrotado. En el 11-S, el terrorismo islámico declaró la guerra. Y la declaró no solo a Estados Unidos, sino a toda la civilización occidental. No ha sido Gran Bretaña ni la política de Blair la atacada, sino Occidente entero. En la mente del terrorista islámico, no hay diferencia entre Zapatero y Bush, entre la “alianza de civilizaciones” y “eje del mal”; ambos son infieles y solo por ello deben morir. Como debemos morir todos y cada uno de nosotros.
¡Estamos en guerra! Y ante esta situación la ilusa “alianza de civilizaciones”, de Rodríguez Zapatero y cualquier otra propuesta conciliadora distinta a la bélica, no es otra cosa que una burla a las víctimas de Nueva York, Bali, Madrid, Londres y hasta a mi mismo, un intento inútil, patético y “chamberlainesco” de convencernos de que el blanco es negro y viceversa, como ya ocurrió con Adolfo Hitler. “Cuando ellos intenten cambiar nuestro país o nuestro modo de vida a través de estos métodos, nosotros no cambiaremos”, ha declarado Blair ante la carnicería ejecutada en Londres. Ese es el único mensaje que los tiranos de Oriente Medio deben recibir de la única civilización a la que debemos aliarnos. La civilización de la democracia y la libertad. Y le escueza a quien le escueza, la civilización de Bush, Howard, Blair y… Aznar.
Notorias son las acciones y reacciones después de las bombas, si comparamos el 11-M con el 7-J. Londres no ha mostrado los cuerpos mutilados y ensangrentados y nadie ha protestado por este “control de información” aduciendo atropellos a la libertad de expresión o el derecho a saber. Tampoco han sembrado la división, pues la oposición ha apoyado al gobierno, en lugar de acusarlo de mentir. Podemos pensar que las guerras de Irak y Afganistán son las causas del ataque. Sin embargo, de no haberse declarado éstas, el responsable habría sido el sistema económico mundial o las injusticias cometidas con los palestinos, o mal reparto de la riqueza mundial o la destrucción de la capa de ozono. El terrorismo encuentra válido cualquier pretexto para actuar criminalmente. Esta convencido de que todos somos culpables, todos menos ellos, los terroristas. Pero mientras en Londres estas acusaciones son una excepción hecha por un muy discutido diputado, en España fueron y son batería pesada utilizada contra el Gobierno de entonces. En Londres aún no se conocen detenciones, desconocemos el origen, calidad y cantidad del explosivo utilizado, no se conoce el número exacto de muertos, ni hay concentraciones “espontáneas” contra el Gobierno, ni acusaciones de ocultación ni tampoco presiones a ministros. ¿Quién ha sido? Los terroristas: Esa es, la única respuesta del Gobierno Británico. Mientras tanto todos a esperar y a colaborar con la investigación. ¡Qué distinto todo! Espero que hayamos aprendido esta lección.
Después de estos comentarios sobre el 7-J el otro acontecimiento, digno de ser comentado, fue la elección de la ciudad olímpica para el 2012 que no deja de tener relación con lo dicho. Después que Moscú fue eliminada se llegó a la segunda votación. En la misma (en la que quedó primera Madrid), se enfrentaron París, Londres, Madrid y Nueva York, siendo esta última eliminada al contar con tan sólo 16 votos. Estos votos que se había llevado Nueva York eran decisivos en la tercera votación. Si Madrid hubiera conseguido sólo 3 de esos votos habría pasado a la cuarta y última votación, en la que se habría de enfrentado a Londres. Una vez en la final, Madrid habría ganado sin problemas dado que habría recogido los votos anti-Londres de aquellos afines a la candidatura francesa después de la reciente polémica desatada y la consecuente herida abierta entre Londres y París. Tras este simple análisis, deberíamos plantearnos por qué la capital de España no ha sido capaz de captar para si ni siquiera 3 de los 16 votos pro New York. ¿Guarda este hecho alguna relación con la política exterior del actual Gobierno, que se ha dedicado a destrozar unas magníficas relaciones con Estados unidos? Creo que si.
Madrid, como ciudad candidata, tenía, por lo demás, todos los deberes hechos. En dotaciones deportivas, infraestructuras, comunicaciones y apoyo popular, Madrid se adelantaba incluso al resto de candidatas. Madrid era, además, entre las candidatas, la única ciudad, junto a Nueva York, que nunca ha celebrado unas olimpiadas, con la diferencia que en EE UU ya se han celebrado cuatro, siendo la más reciente, la de Atlanta hace solo nueve años. Alberto de Mónaco ayudó ¿gratuitamente? a Paris con su pregunta sobre el terrorismo de ETA. Ciertamente, todas las ciudades que aspiraban al puesto pueden ser sacudidas por el terrorismo islámico. Nueva York lo fue y Madrid también y solo faltó quedar Londres elegida para manifestarse allí el terrorismo al día siguiente. Pero lo que diferencia a los gobiernos y a las garantías que ofrecen, es su reacción, su lucha ante ese zarpazo y ante esa amenaza. Los españoles no queremos reconocerlo, pero lo que más se conoce internacionalmente de Zapatero (que ha sido públicamente elogiado por todas las organizaciones terroristas islámicas) es su blanda y casi cómplice actitud ante el terrorismo. El no reconocer, en definitiva, que estamos en guerra y actuar en consecuencia.
Alguna vez me han opinado que soy muy crítico con España y su gobierno, y creo que tienen razón y además prometo seguir siendo crítico con este país que me vio nacer. -Si, pero solo dices cosas malas... me increpan y pienso que es lo lógico de mi parte criticar aquello que creo no es lo que más conviene a España. Hoy haré una excepción y me voy a portar bien contándoles algunos hechos extraordinarios que he vivido aquí y que me han causado admiración y acrecientan mi fe en esta piel de toro.
El primero ocurrió en la ciudad de Valencia del Cid. Fui con Jeannette a visitar el museo de las Ciencias y las artes sito en el maravilloso y espectacular edificio realizado por el arquitecto Calatrava. Pues bien, en ella deje olvidado mi móvil en un taxi. A mi regreso a Madrid me di cuenta de ello. Llamo a mi extraviado móvil y atiende el taxista. Este, de origen palestino, me dijo que lo olvidé en su taxi. Me pidió mi dirección y prometió enviármelo. Reconozco que tuve mis dudas, sin embargo, dos días después, llegaba el móvil a mis manos. Aun hoy en día no he podido agradecerle en metálico su honradez y su gesto pues no solo me devolvió el telefonillo sino que pago el porte postal…
La otra vez fue en Huelva. Deje en un café olvidado, nuevamente, el móvil y después de caminar un rato por la famosa calle Concepción la chiquilla camarera que me atendió me alcanza y me pregunta con su gracejo andaluz: ¿No te farta na? En ese momento me di cuenta que no tenia el móvil..... y ella continua: Ay que ve! Que cabeza mas mareá killo...! y me entregó el móvil… estaba maravillado.
En otra ocasión estábamos de visita por Andalucía. Llevamos a Isabelita para que conociera mi pueblo, mi familia materna y algunos sitios de interés turístico. En Sevilla Jeannette perdió su DNI (Cédula de Identidad) y como de costumbre, la heredada paranoia venezolana nos hizo dar el parte a la policía y así obtener uno nuevo. A la semana recibimos en casa una carta del Ayuntamiento de Sevilla informando “que había algo que habían encontrado y se hallaba en la oficina de objetos perdidos” del organismo hispalense. Pedían que llamásemos a un número telefónico. Lo cual se hizo, y preguntaron si notábamos ausencia de algo a lo que dijimos que se había perdido el DNI de Jeannette. Una vez hecha la identificación positiva, por parte de ellos, recibimos por correo certificado el extraviado DNI de Jeannette en casa. ¡Igualito que en el Silencio en Caracas!
Finalizo esta colectiva narrando brevemente el acto homenaje en honor de Fernando de Diego llevado a cabo en la ciudad de Alcalá de Henares el día de hoy a las 12 del mediodía por a asociación de esperantistas de España. Fuimos Oscar, Graciela, Jeannette, Isabel, Rafael (un “amigo” de Isabel) y un servidor. Al llegar al lugar nos esperaban tres esperantistas quienes en perfecto esperanto nos dieron la bienvenida. Oscar hizo gala de sus conocimientos y entabló una conversación en la lengua de Zamenhof. Allí se celebraba el Congreso Nacional de Esperanto y el acto de clausura era el homenaje a la “Gloro Ameriko”
De manera brillante y en fluido esperanto hablaron varios personajes elogiando de manera emotiva el trabajo y la dedicación de Fernando al esperanto. Su obra estaba allí expuesta y era ampliamente conocida por todos ellos. Al final, Oscar se levantó para recibir una placa honorífica en donde se declara y elogia la labor de traductor de Fernando. Kacike, aprovechó la oportunidad para dirigir unas palabras a los presentes y así agradecer el homenaje primero en esperanto y luego en español. Resaltó no solo la labor de su hermano sino el apoyo de Octavio en la elaboración del diccionario y el de “Chesa” como la persona que fue su soporte en el día a día.
Al final nos despedimos de ellos y regresamos a casa en donde almorzamos y sostuvimos una agradable conversación hasta altas horas de la tarde. Y nada más, solo despedirme hasta la semana que viene. Un fuerte abrazo.


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TITULO: Lema olímpico

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