04 junio 2005

NON SIBI SED PATRIAE

Queridos todos:

Como una especial atención a mis queridos lectores, quiero anticiparles que esta carta será un buen “tostón” lleno de historia y de asuntos un tanto pedantes y aburridos a la mayoría de los mortales. Hecha esta advertencia, los que tengan el valor de seguir leyendo, pues ánimo, los que no, pueden terminar su lectura aquí. Yo sabré comprender su conducta, al tiempo que les envío mis saludos hasta la semana que viene y ala, a no perderse, “sábado sensacional”, “Corazón corazón” o a la inefable Terelú Campos…. Y quien quita que hasta “Aló presidente”

Europa esta viviendo, una vez más, una verdadera lucha intestina para lograr su unión. Últimamente, el NO dado a la Constitución Europea por la nunca bien ponderada Republique Francaise y Holanda, y los sondeos con posible igual resultado en Luxemburgo y Dinamarca, ha puesto a este Continente en una difícil situación. Como consecuencia y pescando en río revuelto, uno de los aliados en el Gobierno de Silvio Berlusconi, el Ministro de Trabajo Roberto Maroni, representante de la Liga Norte, propugna un referéndum consultivo sobre la salida del euro y la vuelta a la vieja lira italiana. La historia nos demuestra que quienes quieren construir normalmente tienen a sus principales enemigos dentro. Son como un virus maligno y persistente, cuya única forma de neutralizar es a la fuerza, es decir aniquilándolo.

Primero Roma, pero principalmente España fue el primer gran intento histórico de algo muy grande, incluso, trans europeo. Este logro se obtuvo mediante el casamiento del hijo del Emperador Maximiliano I, Felipe de Austria alias “el hermoso” con Doña Juana “la loca” hija de sus Majestades Católicas. El hijo de éstos fue Carlos quien a un mismo tiempo era rey en España y Alemania (I en la primera y V en la segunda). En la cabeza pues de Carlos I/V se estructuró el más grande Imperio que jamás haya conocido la humanidad. Y esto fue “mutatis mutandi” obra de la más insigne mujer que ha parido la historia de España: Isabel de Castilla.

Adelantando mucho la historia diré que en 1468 se firma el Pacto de los Toros de Guisando en el que Enrique reconoce a su hermana Isabel como princesa de Asturias, confirmando la ilegitimidad de su hija Juana (la Beltraneja). Así Isabel, cuyas posibilidades de reinar en Castilla eran muy escasas al nacer, se había convertido en la sucesora al trono. Como princesa de Asturias Isabel debe elegir un buen marido para casarse: su primo segundo Fernando de Aragón. Pero este matrimonio significará el enfrentamiento entre los dos hermanos ya que Enrique reacciona rápidamente y declara ilegal el nombramiento de Isabel como princesa de Asturias, reconociendo a Juana como su heredera legítima (Valdelozoya, 1470). La guerra civil está servida aunque aún quedan algunos años para estallar. En un primer momento, Isabel y Fernando apenas cuentan con aliados, pero paulatinamente va creciendo el número de sus partidarios: el País Vasco (1), Borgoña, Roma y especialmente la poderosa familia Mendoza. La posición de Isabel es cada vez más fuerte y parece que el propio Enrique se aviene a negociar. Pero en estos momentos el monarca fallece en Madrid, (1474), sin hacer testamento. Tomando como base el tratado de los Toros de Guisando Isabel se proclama Reina de Castilla. Es una política de hechos consumados que provocará la guerra entre Isabel y sus partidarios -que apoyan una monarquía estable y consolidada- frente a Juana y sus aliados (curiosamente los que anteriormente la consideraban ilegítima, pretendiendo consolidar sus derechos feudales y relegar la monarquía a un plano meramente formal). En enero de 1475 se firma la Concordia de Segovia entre Isabel y Fernando donde se produce un reparto de competencias entre ambos monarcas. Isabel es "reina y propietaria de Castilla" y su esposo recibe el título de Rey. “Tanto Monta, Monta Tanto”. Desde ese momento los esposos formarán un bloque imposible de dividir y con esa firmeza pueden hacer frente al estallido de la guerra. La guerra civil se produce entre 1475 y 1479, convirtiéndose en guerra internacional al participar Portugal y Francia apoyando a Juana mientras que la Corona de Aragón (2) rinde su apoyo a Isabel.

La derrota portuguesa en las cercanías de Toro (1476) y las dificultades francesas para invadir tierras guipuzcoanas gracias a la labor de la marina vasca inclinan la balanza a favor del bando isabelino. Durante tres años se irán sofocando los focos de resistencia en tierras extremeñas y andaluzas. Los Tratados de Alcaçovas (1479) ponen fin a la contienda y desde ese momento Isabel está firmemente asentada en el trono. Ese mismo año de 1479 muere Juan II de Aragón por lo que Fernando se convierte en Rey de Aragón, poniéndose en marcha la unión dinástica de Castilla y Aragón, es decir, ESPAÑA. Para robustecer el Poder Real se tomaron una serie de medidas de gran calado, la mayor parte de ellas en el seno de las Cortes: la constitución de la Santa Hermandad con fines de índole policial y judicial (1476); la reorganización del Consejo Real; la ampliación de las competencias de los corregidores (1480); la regulación de la Hacienda Real; la revisión de las mercedes otorgadas a los nobles por Enrique IV; la incorporación de los maestrazgos de las Ordenes Militares a la Corona al nombrar Gran Maestre a Fernando; el establecimiento en Valladolid de la Real Chancillería, (en donde nuestros antepasados “de Diego” probaron nobleza); la creación de una segunda Chancillería en Granada (1505); y la constitución de un Ejército permanente.

En 1492 se producen tres hechos de gran importancia: 1- la conquista de Granada, que pone fin a la guerra con el reino nazarí desde el año 1482 ocasionada a causa de la negación nazarí a pagar el impuesto de vasallaje pactado con el abuelo de Boabdil “quien lloró como mujer ante lo que no pudo defender como hombre”. Fue una guerra muy costosa que los banqueros judíos no supieron financiar y les costó la expulsión. 2- La conquista de las Canarias y 3- el descubrimiento de América gracias a Cristóbal Colón cuya estatua ha sido recientemente derribada por las “hordas civilizadoras” de Chávez en Venezuela. Honrar honra. Los tres episodios se pueden relacionar con la política exterior desarrollada por Isabel y Fernando, encaminada a extender los dominios ibéricos para afianzar la corona como una potencia internacional. Bien es cierto que la línea trazada por Fernando tenía como objetivo la expansión hacia el Mediterráneo -Italia y Sicilia- pero con estas nuevas aportaciones Castilla se abría al Atlántico. La reina que fallecerá en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504, nunca vio la anexión de Navarra conquistada por las tropas de Fernando el Católico en el año 1512, al frente de las cuales se encontraba el Duque de Alba. El testamento de Isabel deja como heredera y propietaria de la Corona de Castilla a su hija Juana “la loca” de quien ya hablamos al inicio de esta colectiva.

Al igual que a la España de sus Majestades Católicas a Europa le sobran los agitadores internos, mezquinos en sus intereses y buscando solo mantener sus privilegios. En esa mezquindad, unos más que otros, se encuentran los 15 Estados integrantes de la UE de hoy en día. Para complicar más las cosas, estos mezquinos intereses pasan y se profundizan con los deseos secesionistas de algunas regiones internas en países como España, Irlanda, Alemania, Italia y algún otro que se me queda en el tintero. Otro de sus enemigos es el idioma. Europa es la más perfecta representación de la torre de Babel. No solo se pelea por defender cada grupo su idioma, sino de imponerlo. Incluyendo en esto a los lunáticos de lenguas menores como el vascuence, catalán, valenciano, flamenco (belga), gaélico y miles de otras lenguas menores. Luego está la lucha por el peso específico de cada integrante dentro de la Unión, es decir, un pulso por el “yo soy más importante”. Y por finalizar, con el peor de todos, sus ciudadanos. Nadie se siente europeo, y las instituciones en cada país integrante no propugnan una educación al respecto. Y en países como España, en donde su gente, padece de la paranoica dialéctica del soy pero no soy español y mantiene una agotadora y complicada disquisición sobre su identidad nacional y regional, el espacio otorgado a la reflexión y aceptación de su realidad como europeo es mínimo, por no decir, inexistente.

En su momento voté por el SI a la Constitución Europea, no porque ese bodrio creado por el francés Giscard d`Estaing me hubiese parecido la mejor Carta Magna, sino porque creo y pienso que es mejor que nada. Es mejor para la consolidación de Europa una Constitución aunque ésta provenga de la caduca, miope, complicada y masona “intelectualidad francesa" que tratados parciales y puntuales como el de Niza, otra vez vigente gracias al fracaso de la propuesta Constitución y que incluso favorece más a España que la carta “giscardestaiñezca”. Están los enemigos pero falta en Europa el símil de los Reyes Católicos para enfrentarles. No se ve claro quien puede llenar ese vacío. Pero lo que es cierto es que una realidad tan compleja como la europea tardará, si lo logra, muchos años en cristalizar como una verdadera unión. Mientras esto ocurre, hay otros grupos que se ven favorecidos: los Estados Unidos, China, y otros países emergentes entre ellos India. El Euro pierde valor y en la economía el espacio dejado por uno lo ocupa el otro. No importa. En la mitología Europa dio a luz a tres hijos, Minos, Sarpedón y Radamantis dejando así la estirpe divina en la isla de Creta… Un fuerte abrazo.
__________

TITULO: No por uno sino por la Patria


Nota: (1) El hijo de Enrique II de Castilla, Juan, era Señor de Vizcaya. A la muerte de su padre se convierte en Rey como Juan I de Castilla (1379) pasando desde entonces, el señorío vasco, al reino castellano respetando sus fueros. Es que parece que a veces algunos “euzkogastedis” olvidan esto…


Nota: (2) Nació la Corona de Aragón del matrimonio de su reina Doña Petronila con el Conde de Barcelona Don Ramón Berenguer IV a mediados del siglo XII. Abarcaba Cataluña, Región Valenciana, Sicilia, Nápoles, Baleares, Cerdeña y el propio Aragón. Así vemos como Catalanes y Vascos (ver nota 1) eran aliados de Isabel de Castilla y parte integrante “ab initio” de España.

No hay comentarios: