Queridos todos:
Durante nuestra reciente visita al convento de Santa Clara y de la Rábida, por Moguer y su entorno, saltó la pregunta del por qué estos lugares onubenses habían sido protagónicos en la epopeya del Descubrimiento de América. Hoy voy a dar un poco el tostón a mis queridos lectores, con un texto algo inacabado e inexacto pero verdadero en sus términos y que trata de responder a la siguiente:
LA PREGUNTA: Siendo Moguer y su zona de una importancia irrelevante, causa sorpresa ver que el viaje del Descubrimiento sale de allí y no de un sitio o puerto de mayor importancia, Sanlucar de Barrameda, Sevilla o Cádiz como ocurrió con los viajes posteriores. ¿Qué explica la elección de Moguer para su partida?
EL LUGAR: Los restos humanos más antiguos en Moguer se remontan a la Prehistoria y parece ser la antigua Urium citada por Ptolomeo en sus obras. En el siglo II AC se asentaron los romanos en su territorio y construyeron una villa (Mons-Urium) con su torre (origen del actual castillo), además de varias salazones en su ribera a lo largo del río Tinto. Después, durante la dominación musulmana, Moguer fue una aldea de Niebla, capital de la Cora (provincia árabe). Los almohades, utilizando la torre defensiva romana, levantaron el castillo. En 1240 fue reconquistada por la Orden de Santiago, a la cual Fernando III de Castilla la cede en señorío. Tras un breve paréntesis en el cual perteneció al Concejo de Niebla, (ya cristiana) Alfonso XI la cedió definitivamente en el 1333, a Alonso Jofre Tenorio, Almirante Mayor de Castilla en título de señorío y funda el monasterio de Santa Clara y el Convento de San Francisco. Por sucesivos matrimonios, el señorío de Moguer quedaría al poco vinculado al linaje de los Portocarrero. Hoy en día, el título de señoría de Moguer lo ostenta, Cayetana Fitz-James Stuart, es decir, la mismísima duquesa de Alba. Su importancia tanto política como económica fue mínima desde su reconquista hasta el 1492, año del Descubrimiento.
EL PROTAGONISTA: Cristóbal Colón fue fundamentalmente una persona con grandes vacíos de información sobre su vida. Después de Cristo con sus 30 años de vida oculta, parece que le sigue a la saga en esta “competencia” de vida oculta y en su caso, oscura. Para darnos perfecta cuenta de ello, basta leer la biografía del Almirante escrita Don Salvador de Madariaga, una de las mejores y más documentadas obras sobre el origen del Descubridor de América y que recomendamos encarecidamente. Por ello, y para no marear mucho la perdiz, afirmo que Colón no era ni tan navegante ni tan piadoso ni tan “trigo limpio” como se nos ha querido vender en nuestros estudios de historia. Fue fundamentalmente un comerciante, avaro y ególatra como lo demuestra entre otros hechos el de haberse embolsado el premio real de 10 mil maravedíes, correspondientes a Rodrigo de Triana, por haber sido el primero que vio y gritó: ¡TIERRA! Pero entre sus pillerías, quizás la de más rédito, fue esta que sigue:
ALONSO SANCHEZ DE HUELVA: La primera noticia que tenemos de este piloto es de Juan López de Velasco, quien habla de él en el 1547, cuando todavía es probable que aún vivieran protagonistas de la hazaña del 12 de octubre y, sin duda, conocedores suyos y descendientes inmediatos. A partir de entonces, las citas son innumerables. En 1590 el P. José de Acosta en su Historia Natural de las Indias, ignora cómo se llama ese piloto: "...cuyo nombre -escribe- aún no sabemos, para que negocio tan grande no se atribuyera a otro autor, sino a Dios". No obstante, relata el hecho: "Aquel marinero, habiendo, por un terrible e impetuoso temporal, reconocido el Nuevo Mundo, dejó por paga del buen hospedaje a Cristóbal Colón la noticia de cosa tan grande..." En 1639, en su libro Varones ilustres del Nuevo Mundo, Fernando Pizarro Orellana, escribe: "El piloto Sánchez de Huelva al hallarse en tierra (la tierra casualmente descubierta) tomó todos los datos náuticos y escribió detalladamente su aventura y, luego de proveerse de víveres, se lanzó al mar de vuelta sin saber el derrotero de su regreso."(…) "No lograron pisar La Gomera más que seis de los tripulantes, entre ellos el mismo Alonso Sánchez de Huelva, que fue a la casa de Cristóbal Colón..." Sánchez de Huelva falleció en la casa del Almirante en La Gomera (hay quien piensa que le asesinó por razones obvias) y Colón “heredó” de esa forma sus papeles de navegación conservándolos en el más profundo secreto.
PRIMER ACTO: Colón tenía pues, la ruta para llegar a las Indias; ahora faltaba el proyecto y su financiamiento. Después de haber fracasado su “venta” en Portugal y en Francia (hecha por su hermano Bartolomé), Colón se decide por España. ¿Por qué no lo hizo antes? El problema se centraba ahora en cómo hacer partícipe a sus majestades católicas de semejante aventura. Llegó por primera vez en 1485 a Córdoba, donde se hallaba la corte. Según el cronista Antonio de Herrera, "en Córdoba comenzó á tratar su negocio, y en quien mas acogimiento halló, fue en Alonso de Quintanilla, Contador Mayor de Castilla, hombre prudente y que tenia gusto en cosas grandes y por parecerle persona de estimación, le daba de comer, porque de otra manera no se pudiera entretener tanto tiempo en tan larga demanda”. Para el Inca Garcilaso “solamente Alonso de Quintanilla, Contador mayor, le daba de comer en su despensa, y le oía de buena gana las cosas que prometía de tierras nunca vistas”. En Córdoba, no logró hablar con los reyes y traza una estrategia de lobbing que cristalizó en Moguer o Palos que era un villorrio extendido de Moguer, por eso siempre se llamó Palos de Moguer. Colón toca la puerta del Monasterio de la Rábida junto con su hijo Diego. Allí hizo amistad con el prior Juan Pérez, ex Funcionario de la Casa Real durante su juventud, y ex confesor de la reina Isabel. Este fraile le presentó al físico Garci-Fernández y también tuvo la oportunidad de conocer a fray Antonio de Marchena, superior de la Orden Franciscana en Sevilla; además de ser un experto en astronomía y cosmografía. Con él y con Garci-Fernández habló de sus propósitos de buscar una ruta occidental al Extremo Oriente y verificó la ruta establecida por Sánchez de Huelva. De esta manera Colón se gana al ex-confesor de la Reina al tiempo que ya puede argumentar que la ruta tiene el “nihil obstat” de ambos eruditos. Paralelamente Colón visitó en numerosas ocasiones el Convento de Santa Clara de Moguer, para rezar y encomendarse al Altísimo para lograr su viaje, pero “sub angelo lucis” lo que le interesaba era lograr una estrecha relación con la abadesa del mismo. ¿por qué? Muy sencillo: Doña Inés Enríquez, Abadesa de Santa Clara de Moguer era tía carnal de su majestad Fernando el Católico. De esta manera vemos como Colón va logrando lo que le hacía falta para poder elevar su proyecto ante los reyes de España, pues por los frailes tenia acceso a la Reina, y con la abadesa a el Rey. Ahora vamos viendo más la luz…
SEGUNDO ACTO: Como era de esperarse, Fray Juan Pérez Escribió a la reina Isabel, su antigua hija espiritual, pidiéndole ayuda y atención para Colón y el rey Fernando ya estaba enterado de la devoción, talento e “inquietud” del amigo de tita Inés. Los Reyes Católicos ya enterados, por activa y por pasiva del proyecto de Colón, le reciben el 20 de enero de 1486, en Alcalá de Henares, en el lugar que en esta, mi vecina ciudad, se denomina “la casa de la Entrevista”. Tiempo después, Alonso de Quintanilla Contador Mayor de la Real Hacienda, presenta Colón al Cardenal Mendoza, pero en 1490 la junta de cosmógrafos de Salamanca, presidida por Hernando de Talavera, dictamina en contra de la “empresa de Indias”. En ese momento es crucial el apoyo a Colón del guardián de La Rábida fray Juan Pérez, gracias al que la reina Isabel recibe a Colón en Santa Fe (Granada). La entrevista real acaba en desastre por la desmesurada ambición de Colón de ser nombrado virrey de las tierras por descubrir, pero la intervención de Alonso de Quintanilla fue fundamental pues junto con el judío converso Luís de Santángel -escribano de ración o pagador del reino-, convencen a la reina de aceptar las aspiraciones de Colón limitadas a las tierras nuevas. La reina exigió que se esperara a reducir gastos de guerra en la conquista de Granada. “Y que si todavía parecía que se efectuase luego, tenia por bien que sobre algunas joyas de su Cámara, se buscase prestado el dinero que fuese menester.”
SHOW ME THE MONEY: El 17 de abril de 1492 la reina firma la Capitulación de Santa Fe, que reconoce a Colón un quinto de las mercancías, un diezmo del oro y un octavo de los beneficios comerciales. Pero es Quintanilla junto a Santángel quienes financian el viaje con un millón de maravedíes y hace posible partir el 3 de agosto. ¿Cuál fue el retorno para Quintanilla y Santángel de este préstamo? Es un punto apasionante que se debe investigar. Aparte de las ganancias económicas, la idea de Colón reunía grandes aspiraciones para el mundo cristiano de la época, como el comercio directo con Oriente, el contacto con los misteriosos reinos cristianos del Preste Juan y el remate al ideal de Cruzada con la toma definitiva de Jerusalén. El móvil económico del viaje a las Indias era encontrar una ruta alternativa a las islas llamadas Molucas o de las Especias, para importar clavo y canela, evitando la ruta por tierra a través de Asia Menor, controlada por los turcos y por mar a través de la costa africana, controlada por los portugueses.
LOS JUDIOS: Salvador de Madariaga, citado supra, en su obra: "Vida del Muy Magnífico Señor Don Cristóbal Colón", escribe sobre el origen hispano-judío de Colón y afirma que: "la forma 'Colom' era una característica de judíos catalanes. Los Colombo eran por consiguiente, genoveses de orígen judeo-catalán. Colom era y aún es hoy nombre frecuente en toda la España de lengua catala". Por otra parte, Moguer contaba con la segunda población de judíos más numerosa del territorio andaluz, sólo superada por Sevilla capital. Fue en Moguer donde el hacendado de ascendencia judaica Juan Rodríguez Cabezudo proporcionó la mula en la que Fr. Juan Pérez se trasladó al campamento de Santa Fe, en Granada, para convencer a los Reyes Católicos de la conveniencia del viaje que proyectaba Colón; judío era también Luis de Torres, que acompañó al Almirante en el primer viaje con el cargo de políglota y entre todos ellos muy importante la figura del financista Santángel de quien ya hablamos.
Colón tuvo un gran mérito: la persistencia y el coraje para llevar a cabo uno de los viajes mas importantes de la Historia Universal. Por encima de la pequeñeces humanas y de los aspectos hoy en día criticables de su persona, ese viaje cambió para siempre el curso de la historia y la vida de los humanos en todo el planeta tierra. Puede que muchos otros hayan visitado anteriormente el actual continente Americano, pero la única visita trascendente fue la de Cristóbal Colón. Hasta la semana que viene. Agur
Durante nuestra reciente visita al convento de Santa Clara y de la Rábida, por Moguer y su entorno, saltó la pregunta del por qué estos lugares onubenses habían sido protagónicos en la epopeya del Descubrimiento de América. Hoy voy a dar un poco el tostón a mis queridos lectores, con un texto algo inacabado e inexacto pero verdadero en sus términos y que trata de responder a la siguiente:
LA PREGUNTA: Siendo Moguer y su zona de una importancia irrelevante, causa sorpresa ver que el viaje del Descubrimiento sale de allí y no de un sitio o puerto de mayor importancia, Sanlucar de Barrameda, Sevilla o Cádiz como ocurrió con los viajes posteriores. ¿Qué explica la elección de Moguer para su partida?
EL LUGAR: Los restos humanos más antiguos en Moguer se remontan a la Prehistoria y parece ser la antigua Urium citada por Ptolomeo en sus obras. En el siglo II AC se asentaron los romanos en su territorio y construyeron una villa (Mons-Urium) con su torre (origen del actual castillo), además de varias salazones en su ribera a lo largo del río Tinto. Después, durante la dominación musulmana, Moguer fue una aldea de Niebla, capital de la Cora (provincia árabe). Los almohades, utilizando la torre defensiva romana, levantaron el castillo. En 1240 fue reconquistada por la Orden de Santiago, a la cual Fernando III de Castilla la cede en señorío. Tras un breve paréntesis en el cual perteneció al Concejo de Niebla, (ya cristiana) Alfonso XI la cedió definitivamente en el 1333, a Alonso Jofre Tenorio, Almirante Mayor de Castilla en título de señorío y funda el monasterio de Santa Clara y el Convento de San Francisco. Por sucesivos matrimonios, el señorío de Moguer quedaría al poco vinculado al linaje de los Portocarrero. Hoy en día, el título de señoría de Moguer lo ostenta, Cayetana Fitz-James Stuart, es decir, la mismísima duquesa de Alba. Su importancia tanto política como económica fue mínima desde su reconquista hasta el 1492, año del Descubrimiento.
EL PROTAGONISTA: Cristóbal Colón fue fundamentalmente una persona con grandes vacíos de información sobre su vida. Después de Cristo con sus 30 años de vida oculta, parece que le sigue a la saga en esta “competencia” de vida oculta y en su caso, oscura. Para darnos perfecta cuenta de ello, basta leer la biografía del Almirante escrita Don Salvador de Madariaga, una de las mejores y más documentadas obras sobre el origen del Descubridor de América y que recomendamos encarecidamente. Por ello, y para no marear mucho la perdiz, afirmo que Colón no era ni tan navegante ni tan piadoso ni tan “trigo limpio” como se nos ha querido vender en nuestros estudios de historia. Fue fundamentalmente un comerciante, avaro y ególatra como lo demuestra entre otros hechos el de haberse embolsado el premio real de 10 mil maravedíes, correspondientes a Rodrigo de Triana, por haber sido el primero que vio y gritó: ¡TIERRA! Pero entre sus pillerías, quizás la de más rédito, fue esta que sigue:
ALONSO SANCHEZ DE HUELVA: La primera noticia que tenemos de este piloto es de Juan López de Velasco, quien habla de él en el 1547, cuando todavía es probable que aún vivieran protagonistas de la hazaña del 12 de octubre y, sin duda, conocedores suyos y descendientes inmediatos. A partir de entonces, las citas son innumerables. En 1590 el P. José de Acosta en su Historia Natural de las Indias, ignora cómo se llama ese piloto: "...cuyo nombre -escribe- aún no sabemos, para que negocio tan grande no se atribuyera a otro autor, sino a Dios". No obstante, relata el hecho: "Aquel marinero, habiendo, por un terrible e impetuoso temporal, reconocido el Nuevo Mundo, dejó por paga del buen hospedaje a Cristóbal Colón la noticia de cosa tan grande..." En 1639, en su libro Varones ilustres del Nuevo Mundo, Fernando Pizarro Orellana, escribe: "El piloto Sánchez de Huelva al hallarse en tierra (la tierra casualmente descubierta) tomó todos los datos náuticos y escribió detalladamente su aventura y, luego de proveerse de víveres, se lanzó al mar de vuelta sin saber el derrotero de su regreso."(…) "No lograron pisar La Gomera más que seis de los tripulantes, entre ellos el mismo Alonso Sánchez de Huelva, que fue a la casa de Cristóbal Colón..." Sánchez de Huelva falleció en la casa del Almirante en La Gomera (hay quien piensa que le asesinó por razones obvias) y Colón “heredó” de esa forma sus papeles de navegación conservándolos en el más profundo secreto.
PRIMER ACTO: Colón tenía pues, la ruta para llegar a las Indias; ahora faltaba el proyecto y su financiamiento. Después de haber fracasado su “venta” en Portugal y en Francia (hecha por su hermano Bartolomé), Colón se decide por España. ¿Por qué no lo hizo antes? El problema se centraba ahora en cómo hacer partícipe a sus majestades católicas de semejante aventura. Llegó por primera vez en 1485 a Córdoba, donde se hallaba la corte. Según el cronista Antonio de Herrera, "en Córdoba comenzó á tratar su negocio, y en quien mas acogimiento halló, fue en Alonso de Quintanilla, Contador Mayor de Castilla, hombre prudente y que tenia gusto en cosas grandes y por parecerle persona de estimación, le daba de comer, porque de otra manera no se pudiera entretener tanto tiempo en tan larga demanda”. Para el Inca Garcilaso “solamente Alonso de Quintanilla, Contador mayor, le daba de comer en su despensa, y le oía de buena gana las cosas que prometía de tierras nunca vistas”. En Córdoba, no logró hablar con los reyes y traza una estrategia de lobbing que cristalizó en Moguer o Palos que era un villorrio extendido de Moguer, por eso siempre se llamó Palos de Moguer. Colón toca la puerta del Monasterio de la Rábida junto con su hijo Diego. Allí hizo amistad con el prior Juan Pérez, ex Funcionario de la Casa Real durante su juventud, y ex confesor de la reina Isabel. Este fraile le presentó al físico Garci-Fernández y también tuvo la oportunidad de conocer a fray Antonio de Marchena, superior de la Orden Franciscana en Sevilla; además de ser un experto en astronomía y cosmografía. Con él y con Garci-Fernández habló de sus propósitos de buscar una ruta occidental al Extremo Oriente y verificó la ruta establecida por Sánchez de Huelva. De esta manera Colón se gana al ex-confesor de la Reina al tiempo que ya puede argumentar que la ruta tiene el “nihil obstat” de ambos eruditos. Paralelamente Colón visitó en numerosas ocasiones el Convento de Santa Clara de Moguer, para rezar y encomendarse al Altísimo para lograr su viaje, pero “sub angelo lucis” lo que le interesaba era lograr una estrecha relación con la abadesa del mismo. ¿por qué? Muy sencillo: Doña Inés Enríquez, Abadesa de Santa Clara de Moguer era tía carnal de su majestad Fernando el Católico. De esta manera vemos como Colón va logrando lo que le hacía falta para poder elevar su proyecto ante los reyes de España, pues por los frailes tenia acceso a la Reina, y con la abadesa a el Rey. Ahora vamos viendo más la luz…
SEGUNDO ACTO: Como era de esperarse, Fray Juan Pérez Escribió a la reina Isabel, su antigua hija espiritual, pidiéndole ayuda y atención para Colón y el rey Fernando ya estaba enterado de la devoción, talento e “inquietud” del amigo de tita Inés. Los Reyes Católicos ya enterados, por activa y por pasiva del proyecto de Colón, le reciben el 20 de enero de 1486, en Alcalá de Henares, en el lugar que en esta, mi vecina ciudad, se denomina “la casa de la Entrevista”. Tiempo después, Alonso de Quintanilla Contador Mayor de la Real Hacienda, presenta Colón al Cardenal Mendoza, pero en 1490 la junta de cosmógrafos de Salamanca, presidida por Hernando de Talavera, dictamina en contra de la “empresa de Indias”. En ese momento es crucial el apoyo a Colón del guardián de La Rábida fray Juan Pérez, gracias al que la reina Isabel recibe a Colón en Santa Fe (Granada). La entrevista real acaba en desastre por la desmesurada ambición de Colón de ser nombrado virrey de las tierras por descubrir, pero la intervención de Alonso de Quintanilla fue fundamental pues junto con el judío converso Luís de Santángel -escribano de ración o pagador del reino-, convencen a la reina de aceptar las aspiraciones de Colón limitadas a las tierras nuevas. La reina exigió que se esperara a reducir gastos de guerra en la conquista de Granada. “Y que si todavía parecía que se efectuase luego, tenia por bien que sobre algunas joyas de su Cámara, se buscase prestado el dinero que fuese menester.”
SHOW ME THE MONEY: El 17 de abril de 1492 la reina firma la Capitulación de Santa Fe, que reconoce a Colón un quinto de las mercancías, un diezmo del oro y un octavo de los beneficios comerciales. Pero es Quintanilla junto a Santángel quienes financian el viaje con un millón de maravedíes y hace posible partir el 3 de agosto. ¿Cuál fue el retorno para Quintanilla y Santángel de este préstamo? Es un punto apasionante que se debe investigar. Aparte de las ganancias económicas, la idea de Colón reunía grandes aspiraciones para el mundo cristiano de la época, como el comercio directo con Oriente, el contacto con los misteriosos reinos cristianos del Preste Juan y el remate al ideal de Cruzada con la toma definitiva de Jerusalén. El móvil económico del viaje a las Indias era encontrar una ruta alternativa a las islas llamadas Molucas o de las Especias, para importar clavo y canela, evitando la ruta por tierra a través de Asia Menor, controlada por los turcos y por mar a través de la costa africana, controlada por los portugueses.
LOS JUDIOS: Salvador de Madariaga, citado supra, en su obra: "Vida del Muy Magnífico Señor Don Cristóbal Colón", escribe sobre el origen hispano-judío de Colón y afirma que: "la forma 'Colom' era una característica de judíos catalanes. Los Colombo eran por consiguiente, genoveses de orígen judeo-catalán. Colom era y aún es hoy nombre frecuente en toda la España de lengua catala". Por otra parte, Moguer contaba con la segunda población de judíos más numerosa del territorio andaluz, sólo superada por Sevilla capital. Fue en Moguer donde el hacendado de ascendencia judaica Juan Rodríguez Cabezudo proporcionó la mula en la que Fr. Juan Pérez se trasladó al campamento de Santa Fe, en Granada, para convencer a los Reyes Católicos de la conveniencia del viaje que proyectaba Colón; judío era también Luis de Torres, que acompañó al Almirante en el primer viaje con el cargo de políglota y entre todos ellos muy importante la figura del financista Santángel de quien ya hablamos.
Colón tuvo un gran mérito: la persistencia y el coraje para llevar a cabo uno de los viajes mas importantes de la Historia Universal. Por encima de la pequeñeces humanas y de los aspectos hoy en día criticables de su persona, ese viaje cambió para siempre el curso de la historia y la vida de los humanos en todo el planeta tierra. Puede que muchos otros hayan visitado anteriormente el actual continente Americano, pero la única visita trascendente fue la de Cristóbal Colón. Hasta la semana que viene. Agur
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TITULO: Monte de escoria de oro –Moguer-
1 comentario:
Me interesa el tema Manolo. Ya he pedido el libro y me lo traen esta semana. Ya te contaré ;)
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