Queridos todos: (conocidos y desconocidos)
Reconozco que estoy cabreado. No se por qué me ha tocado a mi la suerte de tener que sufrir los dos peores gobiernos de mis dos países: Venezuela y España. En cuanto al primero, se muy bien a donde la esta llevando ese sátrapa, ignorante, despreciable y abominable criatura de la cuarta república que se apellida (a saber si es cierto) Chávez. En cuanto a la España de ZP sigo con mis dudas, severas dudas, que se inclinan hacia un abismo para este país con tremendas consecuencias. Unamuno decía que junto con la historia, existe la intrahistoria, aquella serie de sucesos y pasiones de los pueblos e individuos que muchas veces son si no la causa, al menos la explicación de muchos de los hechos históricos. Nada más cierto. Hasta qué punto se explica la obra de Bolívar gracias a su complejo de enano y su incapacidad procreadora; o la de Napoleón con sus severas dudas de masculinidad debido a la “muestra” de pene que poseía, y el mismo Hitler con una sórdida infancia de miserias y orfandad... La intrahistoria del histriónico Zapatero es más mezquina y miserable que la de los antes citados. Es la intrahistoria de la venganza, la del hecho pivotante en su seno familiar: el fusilamiento de su abuelito por parte de los franquistas en la Guerra Civil. Esa intrahistoria de sobrado sustrato masónico y de exquisita venganza es la que explica la cantidad de errores, torpezas y estupideces que a diario hace y se hacen con su patrocinio y consentimiento en el actual gobierno de España y que resumo en este lema: “hacer lo que le duela a la Iglesia Católica y a la derecha española” Todo, absolutamente todo: matrimonios gays, suspensión de subsidios a la iglesia, quitar la estatua de Franco, patrocinar la secesión de España, mantener relaciones internacionales con los gobiernos más corruptos y hambreadores del planeta, enemistarse con los Estados Unidos, andar de manitas haciendo el ridículo con Chirac y Schroeder, el marimoneo con la banda terrorista ETA, el desprecio a las víctimas del terrorismo y mil y una cantidad de sandeces... que a diario sufro y veo que entran dentro de ese lema que ZP cumple a rajatabla como un zombi inconsciente, llegando al extremo de ir en contra de su mismo partido y de los “barones tradicionales” que lo integran con tal de cumplir su lema. ¡Qué peligro y qué desgracia Dios mío!
La Guerra Civil contada por mi madre era muy sencilla: Un pueblo como Moguer en aquellos años de escasos 7 mil habitantes, fue tomado primero por los “rojos” (Republicanos, comunistas, anarquistas, constitucionalistas, izquierdistas, demócratas, librepensadores y ¡hasta esperantistas!). ¿Qué hicieron? Muy sencillo: quemar la Iglesia, la imagen de la patrona y la sillería del siglo XII del convento de Santa Clara (Monumento Nacional) y luego, preguntar quienes eran los del “otro bando” y ni cortos ni perezosos detrás del muro del cementerio se escucharon los tiros de los fusilamientos. En breve tiempo, las tropas de Franco (comandadas por el general Queipo de Llano) tomaron el pueblo. Huyen los vencidos “rojos” y nuevamente la inquisición: ¿Quiénes son los del otro bando? Otra vez, el muro del cementerio fue el testigo mudo y frío de quienes caían fusilados. Todo eso ocurrió en apenas 12 días, que fue lo que duró la guerra en el pueblo, suficientes para dejarlo sembrado de viudas, huérfanos, huidos, enrolados; para dejarlo lleno de odios; muchos odios en uno y otro bando. Y así fue, mutatis mutandi, como ocurrió en toda España... Salvo nosotros (mi padre estuvo a punto de ser fusilado) creo que en toda familia española se llora algún “ajusticiado” independientemente del color que presumía la bala asesina. Afortunadamente hoy en día a la inmensa mayoría la Guerra Civil les suena a época de las cruzadas y los españoles de menos de 30 años de edad ni siquiera vivieron un día bajo el régimen franquista. Este país quiere vivir en Paz y en Unidad olvidando los odios.
Menos tres o cuatro “hideputas” (término cervantino de fácil entendimiento) como son ese que se hace llamar Carod-Rovira, el Ibarreche, el Anxo Quintana y la “joya” de Izquierda Unida, el chavista Llamazares; un cínico que hizo trampas para ganar la presidencia de su partido y que recibe dinero robado a los venezolanos para ser la quinta columna del chavismo en España. ¡Macho qué pandilla! Ya lo dice claramente el refrán: “Dime con quien andas y te diré quien eres” Pues esos son los socios de Zapatero en el Gobierno, es decir, son quienes prácticamente gobiernan debido al chantaje del numerito de votos en las Cortes y en el Senado recibiendo en contrapartida prebendas a sus deseos secesionistas, anticonstitucionales y además antihistóricos pues tanto Catalanes como Vascos fueron parte integrante “ab initio” de España, pues, como comenté en otra oportunidad, el hijo de Enrique II de Castilla, Juan, era Señor de Vizcaya y a la muerte de su padre se convierte en Rey como Juan I de Castilla (1379) pasando desde entonces, el señorío vasco, al reino castellano. Y Cataluña era parte de la Corona de Aragón que nació del matrimonio de su reina Doña Petronila con el Conde de Barcelona Don Ramón Berenguer IV a mediados del siglo XII. Parece que algunos no recuerdan que España es la unión de Castilla y Aragón. ¡Qué cansancio Dios mío...!
Reconozco que estoy cabreado. No se por qué me ha tocado a mi la suerte de tener que sufrir los dos peores gobiernos de mis dos países: Venezuela y España. En cuanto al primero, se muy bien a donde la esta llevando ese sátrapa, ignorante, despreciable y abominable criatura de la cuarta república que se apellida (a saber si es cierto) Chávez. En cuanto a la España de ZP sigo con mis dudas, severas dudas, que se inclinan hacia un abismo para este país con tremendas consecuencias. Unamuno decía que junto con la historia, existe la intrahistoria, aquella serie de sucesos y pasiones de los pueblos e individuos que muchas veces son si no la causa, al menos la explicación de muchos de los hechos históricos. Nada más cierto. Hasta qué punto se explica la obra de Bolívar gracias a su complejo de enano y su incapacidad procreadora; o la de Napoleón con sus severas dudas de masculinidad debido a la “muestra” de pene que poseía, y el mismo Hitler con una sórdida infancia de miserias y orfandad... La intrahistoria del histriónico Zapatero es más mezquina y miserable que la de los antes citados. Es la intrahistoria de la venganza, la del hecho pivotante en su seno familiar: el fusilamiento de su abuelito por parte de los franquistas en la Guerra Civil. Esa intrahistoria de sobrado sustrato masónico y de exquisita venganza es la que explica la cantidad de errores, torpezas y estupideces que a diario hace y se hacen con su patrocinio y consentimiento en el actual gobierno de España y que resumo en este lema: “hacer lo que le duela a la Iglesia Católica y a la derecha española” Todo, absolutamente todo: matrimonios gays, suspensión de subsidios a la iglesia, quitar la estatua de Franco, patrocinar la secesión de España, mantener relaciones internacionales con los gobiernos más corruptos y hambreadores del planeta, enemistarse con los Estados Unidos, andar de manitas haciendo el ridículo con Chirac y Schroeder, el marimoneo con la banda terrorista ETA, el desprecio a las víctimas del terrorismo y mil y una cantidad de sandeces... que a diario sufro y veo que entran dentro de ese lema que ZP cumple a rajatabla como un zombi inconsciente, llegando al extremo de ir en contra de su mismo partido y de los “barones tradicionales” que lo integran con tal de cumplir su lema. ¡Qué peligro y qué desgracia Dios mío!
La Guerra Civil contada por mi madre era muy sencilla: Un pueblo como Moguer en aquellos años de escasos 7 mil habitantes, fue tomado primero por los “rojos” (Republicanos, comunistas, anarquistas, constitucionalistas, izquierdistas, demócratas, librepensadores y ¡hasta esperantistas!). ¿Qué hicieron? Muy sencillo: quemar la Iglesia, la imagen de la patrona y la sillería del siglo XII del convento de Santa Clara (Monumento Nacional) y luego, preguntar quienes eran los del “otro bando” y ni cortos ni perezosos detrás del muro del cementerio se escucharon los tiros de los fusilamientos. En breve tiempo, las tropas de Franco (comandadas por el general Queipo de Llano) tomaron el pueblo. Huyen los vencidos “rojos” y nuevamente la inquisición: ¿Quiénes son los del otro bando? Otra vez, el muro del cementerio fue el testigo mudo y frío de quienes caían fusilados. Todo eso ocurrió en apenas 12 días, que fue lo que duró la guerra en el pueblo, suficientes para dejarlo sembrado de viudas, huérfanos, huidos, enrolados; para dejarlo lleno de odios; muchos odios en uno y otro bando. Y así fue, mutatis mutandi, como ocurrió en toda España... Salvo nosotros (mi padre estuvo a punto de ser fusilado) creo que en toda familia española se llora algún “ajusticiado” independientemente del color que presumía la bala asesina. Afortunadamente hoy en día a la inmensa mayoría la Guerra Civil les suena a época de las cruzadas y los españoles de menos de 30 años de edad ni siquiera vivieron un día bajo el régimen franquista. Este país quiere vivir en Paz y en Unidad olvidando los odios.
Menos tres o cuatro “hideputas” (término cervantino de fácil entendimiento) como son ese que se hace llamar Carod-Rovira, el Ibarreche, el Anxo Quintana y la “joya” de Izquierda Unida, el chavista Llamazares; un cínico que hizo trampas para ganar la presidencia de su partido y que recibe dinero robado a los venezolanos para ser la quinta columna del chavismo en España. ¡Macho qué pandilla! Ya lo dice claramente el refrán: “Dime con quien andas y te diré quien eres” Pues esos son los socios de Zapatero en el Gobierno, es decir, son quienes prácticamente gobiernan debido al chantaje del numerito de votos en las Cortes y en el Senado recibiendo en contrapartida prebendas a sus deseos secesionistas, anticonstitucionales y además antihistóricos pues tanto Catalanes como Vascos fueron parte integrante “ab initio” de España, pues, como comenté en otra oportunidad, el hijo de Enrique II de Castilla, Juan, era Señor de Vizcaya y a la muerte de su padre se convierte en Rey como Juan I de Castilla (1379) pasando desde entonces, el señorío vasco, al reino castellano. Y Cataluña era parte de la Corona de Aragón que nació del matrimonio de su reina Doña Petronila con el Conde de Barcelona Don Ramón Berenguer IV a mediados del siglo XII. Parece que algunos no recuerdan que España es la unión de Castilla y Aragón. ¡Qué cansancio Dios mío...!
Estoy cabreado, lo dije al comenzar esta carta, y lo estoy después que veo la aprobación del nuevo Estatuto para la Región de Cataluña, que ahora tiene que ir a ser discutido y votado en las Cortes. En Cataluña igual que en el gobierno de España, el chantaje de las minorías se impone. No pienso marearte con la composición del gobierno catalán, solo te digo que la mayoría del pueblo catalán, del vasco, del gallego y del resto de las regiones se encuentran muy a gusto en España. El único aliento ha sido el discurso de Su Majestad cuando veinticuatro horas después de que el Parlamento de Cataluña aprobase el nuevo Estatuto y en plena tormenta política sobre su reforma, en la que se define a Cataluña como nación, el Rey don Juan Carlos I recordó ayer en Zaragoza que la Constitución de 1978 es “producto de la voluntad mayoritaria del pueblo español” y que en ella se recoge “la indisoluble unidad de la Nación española”. Lo que molesta no es que quieran convertir a España en una federación de nacioncillas (¡República de Manolia incluida!) sino que eso es algo antihistórico y absurdo. Lo histórico es el crecimiento de la Unión Europea y el apoyo a ello por sus estados integrantes. ¿De qué manera ayuda a la construcción europea un estado que esta anclado en el secesionismo?
Mientras tanto, en medio del torbellino político, nuestro paisano, el hispano-venezolano Pedro Zerolo, Concejal de Madrid por el PSOE y líder máximo de gays y lesbianas se casó ayer con su novio Jesús Santos. La nota de prensa no tiene pérdida: “Culminaba así el primer tramo de un camino «de amor y militancia»; una lucha en la que él se erigió –hizo méritos para ello– como «el Che de los gays». El segundo tramo es adoptar niños y la intención de hacerlo es manifiesta: «Lo haremos antes de lo que esperáis», dijo el concejal nada más casarse. En el interior de la Junta del Distrito Centro, lo de siempre: una ceremonia emotiva con lectura de un poema de Cernuda y canción de Sheilah Cuffi incluidos. Fuera, un desmadre de flashes que enfocaban hacía donde no debían y esperaban apostados para capturar la primera instantánea del edil casado. Entretanto, y mientras la mañana se derretía en las terrazas de la Plaza Mayor, la gente se agolpaba a ambos lados de las vallas de obra que servían de muros de contención para una masa no muy numerosa. Y que, sobre todo, no era autóctona. Japonesas desorientadas, guía de Madrid en mano, intentaban dilucidar cómo podía celebrarse allí una fiesta que no estuviese apuntada en su mapa turístico. Grupos de ingleses preguntaban en castellano: «¿Qué pasa aquí?». Y reaccionaban con sorpresa ante la respuesta de señores de 60 años que les explicaban: «No, no es nada. Es que hoy se casa un hombre con otro hombre. Hoy es la boda de Pedro Zerolo, un señor socialista que ha peleado mucho por los derechos de los gays». «Oh! Married homosexuals. It’s wonderful!»...
Y para más ironía, la tragedia de los miles de negritos que quieren saltar la valla en Ceuta y Melilla para ingresar a España: Ellos quieren ser españoles. El jueguito es muy interesante. Si saltan la valla ya están en España y no les pueden expulsar pues o no tienen nación definida o España no tiene tratado de deportación con su país de origen. ¿En que termina todo esto? pues en que se quedan en España o siguen su camino al resto de Europa. Ayer mismo un avión de transporte trasladó a un grupo de unos 50 inmigrantes subsaharianos desde el aeropuerto de Melilla a la Península, es decir, a Madrid. ¿Por qué no los enviarán a Euskadi? Después de todo el “bambué” que hablan ellos y el euskera tienen pocas diferencias sonoras. ¿O a Cataluña? No hay nada más gracioso que un negrito hablando en Catalán e incluso ofendiendo en catalán al Real Madrid. Ya eso lo hemos visto ¿verdad Eto? Es algo real e irresistiblemente exótico: ver negritos subsahrianos bailando, como en trance, una sardana o tocando el “txistu” en un emotivo “zortzico” vasco. ¡cosa más grande esta piel de toro! Lo que no entiendo es porqué Zapatero envió al Ejército a cuidar la frontera de las Ciudades Autónomas si tenemos en el Plan de Acogida de Inmigrantes del Gobierno, nada más ni nada menos que ¡120 millones de euros! ¡Ay Zapatero!, ¿no hablabas de “Alianza de Civilizaciones” hace menos de un mes en el mayor mentidero del mundo, las Naciones Unidas? Pues nada, a admitirles y a tener mucho cuidado que no se dañen con las púas de la valla. Y que en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes no le pongan mucha sal ni grasa al cocido madrileño o a la esqueixada catalana o al marmitako vasco o al lacón con grelos gallego que a lo mejor se nos indigestan los negritos, y buena la hemos hecho teniéndoles quejumbrosos y con cagaleras... ¡los pobres! Hombre lo mejor seria darles un buen pincho de tortilla de patatas española pero ese es un plato exageradamente nacional y “facha” y estoy seguro que Carod, Ibarreche, Anxo y Llamazares; tu pandillita pues, te lo echarían en cara, ¡qué vergüenza! ¿verdad?, y quizás hasta tu abuelito, el fusilado, capaz y se te aparece de noche cantando el “cara al sol...” Tu tranquilo, no pierdas tu sonrisita, que a lo mejor termina gustándote... no sería nada raro y Moratinos no lo vería mal del todo.
Bueno creo que ha llegado el momento de dejarles descansar. Yo tengo que tomarme de inmediato un antiácido y tengo que apresurarme pues el agua se agota en España. Esto parece que al gobierno también le importa poco. El río Ebro sigue su curso al Mediterráneo y la Península a la desertización al tiempo que Chávez expropia las mejores haciendas de Venezuela y amenaza, una vez mas la propiedad privada. ¡Ay pobre de mí! Un fuerte abrazo para todos; la próxima semana, si lo tienen a bien, me leerán de nuevo; o me escucharán si alguien llama a Telemadrid. Agur
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TITULO: Gobernarás a muchos si la razón te gobierna a ti
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