Queridos todos:
Guy Fawkes, fue servidor del Ejército Español de los Países Bajos. Al volver a Inglaterra formó parte de lo que hoy en día llamaríamos una acción terrorista que fue dirigida por Catesby y Percy, ambos católicos, con el objetivo de hacer volar el Parlamento Británico. Fawkes era el encargado de hacer explosionar la carga situada en las bases del señero edificio en el momento mismo cuando la familia real y los parlamentarios estuviesen reunidos; pero fue encontrado “in fraganti” en su intento, un día como hoy, 5 de noviembre pero de 1605, siendo por ello arrestado y ejecutado. Ellos querían acabar con las persecuciones religiosas en la Isla de las brumas haciendo volar el Parlamento y a todos los allí presentes, pero el descubrimiento de la conspiración impidió el derrocamiento de la dinastía protestante de los Tudor, personificada por Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia, y la entronización de un monarca católico, muy probablemente su hijo el príncipe Carlos, debidamente instruido en los dogmas y los misterios de la Iglesia de Roma y además bien visto por la mayoría de la nobleza británica, católica y jesuíticamente influenciada. Desde entonces, cada año, el 5 de noviembre, se rememora en Inglaterra la “Bonfire Night” donde se simula que se quema en la hoguera a Guy Fawkes: “Remember, remember the fith of november”
El pasado 5 de marzo, en un artículo que no tiene desperdicio, titulado "La Conspiración de la Pólvora", Pedro J. Ramírez, director del periódico español El Mundo toma este hecho histórico y lo compara brillantemente con lo acontecido en España durante la masacre del 11-M. La diferencia está en que aquellos explosivos en el parlamento no estallaron; los de Madrid si. Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia se mantuvo en el poder y acrecentó más aun la persecución a los católicos. Mientras que en España, el gobierno, hasta hacia pocos momentos, ampliamente aceptado por la mayoría de los votantes, fue derrocado de manera compulsiva e irracional, por esos mismos votantes 3 días después de la masacre en las elecciones. El rey Jacobo (o Jaime) quería destruir el Catolicismo en Inglaterra e imponer únicamente el Anglicanismo y no lo logró; ahora el nuevo gobierno español quiere destruir España… ¡y tampoco lo va a lograr!. Curiosamente, los cerebros de aquel intento, Catesby y Percy, eran además de católicos, hispanófilos y éste último con “mucha mano” en las altas esferas británicas; pero contrariamente, los cerebros bajo sospecha, por una parte, y los verdaderos, por la otra, del 11-M si bien aún permanecen ocultos, no me cabe la menor duda de que son, ademas de anticatólicos, hispanófobos. El pueblo creía entender que a causa de la participación del ejército español (que fue humanitaria, no bélica) en la guerra de Irak nos daban el varapalo del 11-M. Esto era un mero slogan o una mera petición de principio. Si no hubiesen habido las bajas por el accidente del avión, ni el petulante trato del ministro de Defensa de entonces, el Sr. Trillo, ante ese trágico acontecimiento unido al poco agradable "mood" del Sr. Aznar, la guerra de Irak y nuestra participación en ella no habría sido un elemento pivotante en las elecciones de aquel año. Las manifestaciones de entonces contra la guerra, patrocinadas por el resto de los partidos políticos fundamentalmente el PSOE e IU no serian sino eso, meras manifestaciones. Pero claro, había que tejer lo uno con lo otro: el ataque del 11-M como un castigo por la presencia del ejército español en el conflicto bélico en la tierra de Aladino.
¿Y por qué había que castigar a España? En esa guerra participaron soldados de: Albania, Australia, Hungría, Azerbaiyán, Bulgaria, Corea del Sur, Dinamarca, El Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Georgia, Italia, Japón, Kazajstán, Letonia, Lituania, Macedonia, Mongolia, Moldavia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Tonga, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Filipinas y Ucrania. Repito ¿por qué había que castigar solo a España? ¿Por qué no castigaron al Reino Unido principal aliado de Estados Unidos en el conflicto y con el mayor número de efectivos? ¿Por qué no se castigó a los otros países con igual número de soldados que España e incluso superior?
En todo esto, como Shakespeare pone en boca de Hamlet, “Algo huele mal en Dinamarca…” máxime si recordamos que los cuerpos de seguridad del Reino de España ya venían descubriendo y anulando intentos de ETA por manifestarse, como fueron: el de poner bombas en la estación de trenes de Chamartín; el descubrimiento de un plan según el cual iba a ocurrir una masacre en el Corredor del Henares; en el traslado, capturado a tiempo, de una importante cantidad de explosivos en una camioneta, etc. ¿Mera coincidencia? ¡Jamás! Por eso, debido a todos estos evidenciados prolegómenos, la primera sospecha como causante de aquel drama era ETA. Pero de pronto, como níscalos en el bosque, aparecen unos marroquíes entreverados en esta trama. A la fatídica ecuación hay que añadirle otra variable: la islámica. ¿Por qué? Pues porque España se había ganado el respeto, la admiración y el agradecimiento del Gobierno de los Estados Unidos por la tremenda persecución que hizo a los grupos y células de Al-Qaeda en nuestro país. Ningún otro país de los que han participado y participan en el conflicto bélico de Irak ha sacudido de manera tan sensible a la célula islámica de Bin Laden como España. Por eso me atrevo a pensar que la causa islámica de aquellos atentados tiene su base en eso; en la retaliación de Al-Qaeda a España por el desmembramiento de sus células y la persecución de sus seguidores en éste país y no por la presencia de nuestros soldados en Irak.
Pero resulta que había una trama paralela: Satisfechos los deseos de Al-Qaeda, quedan por satisfacer los de ETA, los del PSOE y los del Sr. Zapatero personalmente. La ecuación queda así completa con la aparición de estas dos últimas variables. El gobierno del antipático Aznar ha sido y todavía es el mejor gobierno que ha tenido España desde los Reyes Católicos; en primer lugar por la acertada política económica llevada a cabo, que fue capaz de generar la mayor cantidad de empleo de toda la historia (4 millones de puestos de trabajo en 8 años); capaz también de sanear esa inmensa e insaciable máquina tragaperras, esquilmada durante el gobierno de González, que es la Seguridad Social y terminar su gobierno con déficit "cero" en las cuentas del Estado. En segundo lugar por haber colocado a España, en el plano Internacional, en un puesto de respeto y de prestigio, a las puertas de ingresar en el G8, el grupo de las más importantes potencias mundiales, incluso, desplazando en varias ocasiones a líderes y aliados como Francia y hasta dando algunas “lecciones” de Economía a la gran Alemania. Todo ello sin olvidar la fuerza que adquiriera nuestro país en el seno de la Comunidad Europea. Y en tercer lugar, por haber mantenido una lucha sin tregua contra ETA; lucha siempre dentro de la legalidad y que prácticamente dejó a la banda terrorista en las cuerdas y en los últimos segundos antes del KO.
El pueblo español sabía esto y por eso, su intención de voto mayoritario era a favor del partido de gobierno; el Partido Popular. por lo tanto, algo muy importante tenía que suceder en España que fuese capaz de ofuscar a la opinión pública haciéndola cambiar dramáticamente su intención de voto, para que de esa manera ETA, PSOE y Zapatero pudiesen ver, como lo vio Al-Qaeda, sus deseos satisfechos. ¿Cuáles eran esos deseos? Es evidente y cada día más, que los deseos de ETA eran los de salir del KO técnico en el cual estaban, recuperarse y continuar con la terrible milonga nacionalista e independentista. Los del PSOE por su parte, ya tenían 8 años sin mascar de la gobernatura de la Nación, y por ello había que ir con todas a por los resultados electorales, cumpliéndose así su deseo, que le dieran la victoria y… el Sr. Zapatero, me imagino que mientras veía la película de Bambi, rescataba mezquinos rencores provenientes de la guerra civil (en la que él no tuvo ni arte ni parte) y como el conejo “Tambor” despertar a la "Bambi-España" a una nueva y dorada realidad: la de la Segunda República; es decir la del anticatolicismo y rompedora de la unidad de España.
Con bochornoso alarde de nocturnidad El PSOE vio satisfecho su deseo de volver a la Moncloa. Y ETA junto con Zapatero comenzaban su camino para ver satisfechos el de cada uno de ellos. Hace un par de días, Arnaldo Otegui ratifica que tiempo atrás, antes del 11-M y mientras ETA mataba gente, incluso socialistas como el Sr. Pagazaurtundúa, representantes del PSOE, en clara traición a la ley de Partidos y al Pacto Antiterrorista, habían sostenido conversaciones con ETA-BATASUNA. Cándidamente quiero preguntarme de qué hablaron. Me imagino que había que hablar de dos cosas: Cómo derrotar al PP en las elecciones y cómo actuar, para satisfacer los particulares deseos después que el PSOE estuviese nuevamente en el Gobierno. Si a este guiso le añadimos que cada día es más evidente la relación entre ETA, los explosivos, y los marroquíes al tiempo que ETA “mantuvo reuniones” con gente del PSOE, la conclusión parece evidente. Pero dejemos que sean los jueces quienes den el dictamen que millones de españoles ya pensamos. Lo cierto, como dice Pedro J. Ramírez en su artículo, antes mencionado es que: “De lo que no cabe duda es de que, a punto ya de cumplirse el segundo aniversario de la masacre de Madrid, en la España de hoy persiste la misma perplejidad, que ya reflejaba en sus despachos el embajador de Venecia en Londres inmediatamente después de la desarticulación de la Gunpowder Plot, ante la desproporción entre la escasa entidad de sus presuntos autores -los moritos de Lavapiés- y la descomunal dimensión de lo que en este caso consumaron. Y lo que es peor, desde el abrupto cierre de la Comisión de Investigación parlamentaria ha ido afianzándose el temor de que, como en el caso de la Conspiración de la Pólvora, nunca lleguemos a conocer la verdad de unos hechos que, a la vista de la agenda de radicales mutaciones de Zapatero, llevan camino de cambiar la Historia de España en mayor medida aun que el desbaratamiento de aquel complot cambió la de Inglaterra.”
Algo gordo, importante y pronto tiene que suceder y puede suceder en España para poder recuperar la senda que transitamos hasta marzo de 2004. Esto también lo saben el Sr. Zapatero y la ETA que últimamente es la que le da órdenes al jefe de Gobierno. La más reciente apareció este sábado pasado en La portada de ”Zutabe” (revista de ETA Nº 111) reproduce la fotografía de dos encapuchados con las armas en la mano y con un texto igualmente amenazador, en donde la banda terrorista avisa que romperá el “proceso” si el Gobierno no cumple unos “supuestos compromisos” que dieron lugar al alto el fuego y “si no acepta sin rechistar la metodología que se le imponga para que el País Vasco, incluida Navarra, alcance la independencia”. ¡Ahí queda eso!.
“Remember remember, the fith of november
Guy Fawkes, fue servidor del Ejército Español de los Países Bajos. Al volver a Inglaterra formó parte de lo que hoy en día llamaríamos una acción terrorista que fue dirigida por Catesby y Percy, ambos católicos, con el objetivo de hacer volar el Parlamento Británico. Fawkes era el encargado de hacer explosionar la carga situada en las bases del señero edificio en el momento mismo cuando la familia real y los parlamentarios estuviesen reunidos; pero fue encontrado “in fraganti” en su intento, un día como hoy, 5 de noviembre pero de 1605, siendo por ello arrestado y ejecutado. Ellos querían acabar con las persecuciones religiosas en la Isla de las brumas haciendo volar el Parlamento y a todos los allí presentes, pero el descubrimiento de la conspiración impidió el derrocamiento de la dinastía protestante de los Tudor, personificada por Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia, y la entronización de un monarca católico, muy probablemente su hijo el príncipe Carlos, debidamente instruido en los dogmas y los misterios de la Iglesia de Roma y además bien visto por la mayoría de la nobleza británica, católica y jesuíticamente influenciada. Desde entonces, cada año, el 5 de noviembre, se rememora en Inglaterra la “Bonfire Night” donde se simula que se quema en la hoguera a Guy Fawkes: “Remember, remember the fith of november”
El pasado 5 de marzo, en un artículo que no tiene desperdicio, titulado "La Conspiración de la Pólvora", Pedro J. Ramírez, director del periódico español El Mundo toma este hecho histórico y lo compara brillantemente con lo acontecido en España durante la masacre del 11-M. La diferencia está en que aquellos explosivos en el parlamento no estallaron; los de Madrid si. Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia se mantuvo en el poder y acrecentó más aun la persecución a los católicos. Mientras que en España, el gobierno, hasta hacia pocos momentos, ampliamente aceptado por la mayoría de los votantes, fue derrocado de manera compulsiva e irracional, por esos mismos votantes 3 días después de la masacre en las elecciones. El rey Jacobo (o Jaime) quería destruir el Catolicismo en Inglaterra e imponer únicamente el Anglicanismo y no lo logró; ahora el nuevo gobierno español quiere destruir España… ¡y tampoco lo va a lograr!. Curiosamente, los cerebros de aquel intento, Catesby y Percy, eran además de católicos, hispanófilos y éste último con “mucha mano” en las altas esferas británicas; pero contrariamente, los cerebros bajo sospecha, por una parte, y los verdaderos, por la otra, del 11-M si bien aún permanecen ocultos, no me cabe la menor duda de que son, ademas de anticatólicos, hispanófobos. El pueblo creía entender que a causa de la participación del ejército español (que fue humanitaria, no bélica) en la guerra de Irak nos daban el varapalo del 11-M. Esto era un mero slogan o una mera petición de principio. Si no hubiesen habido las bajas por el accidente del avión, ni el petulante trato del ministro de Defensa de entonces, el Sr. Trillo, ante ese trágico acontecimiento unido al poco agradable "mood" del Sr. Aznar, la guerra de Irak y nuestra participación en ella no habría sido un elemento pivotante en las elecciones de aquel año. Las manifestaciones de entonces contra la guerra, patrocinadas por el resto de los partidos políticos fundamentalmente el PSOE e IU no serian sino eso, meras manifestaciones. Pero claro, había que tejer lo uno con lo otro: el ataque del 11-M como un castigo por la presencia del ejército español en el conflicto bélico en la tierra de Aladino.
¿Y por qué había que castigar a España? En esa guerra participaron soldados de: Albania, Australia, Hungría, Azerbaiyán, Bulgaria, Corea del Sur, Dinamarca, El Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Georgia, Italia, Japón, Kazajstán, Letonia, Lituania, Macedonia, Mongolia, Moldavia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Tonga, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Filipinas y Ucrania. Repito ¿por qué había que castigar solo a España? ¿Por qué no castigaron al Reino Unido principal aliado de Estados Unidos en el conflicto y con el mayor número de efectivos? ¿Por qué no se castigó a los otros países con igual número de soldados que España e incluso superior?
En todo esto, como Shakespeare pone en boca de Hamlet, “Algo huele mal en Dinamarca…” máxime si recordamos que los cuerpos de seguridad del Reino de España ya venían descubriendo y anulando intentos de ETA por manifestarse, como fueron: el de poner bombas en la estación de trenes de Chamartín; el descubrimiento de un plan según el cual iba a ocurrir una masacre en el Corredor del Henares; en el traslado, capturado a tiempo, de una importante cantidad de explosivos en una camioneta, etc. ¿Mera coincidencia? ¡Jamás! Por eso, debido a todos estos evidenciados prolegómenos, la primera sospecha como causante de aquel drama era ETA. Pero de pronto, como níscalos en el bosque, aparecen unos marroquíes entreverados en esta trama. A la fatídica ecuación hay que añadirle otra variable: la islámica. ¿Por qué? Pues porque España se había ganado el respeto, la admiración y el agradecimiento del Gobierno de los Estados Unidos por la tremenda persecución que hizo a los grupos y células de Al-Qaeda en nuestro país. Ningún otro país de los que han participado y participan en el conflicto bélico de Irak ha sacudido de manera tan sensible a la célula islámica de Bin Laden como España. Por eso me atrevo a pensar que la causa islámica de aquellos atentados tiene su base en eso; en la retaliación de Al-Qaeda a España por el desmembramiento de sus células y la persecución de sus seguidores en éste país y no por la presencia de nuestros soldados en Irak.
Pero resulta que había una trama paralela: Satisfechos los deseos de Al-Qaeda, quedan por satisfacer los de ETA, los del PSOE y los del Sr. Zapatero personalmente. La ecuación queda así completa con la aparición de estas dos últimas variables. El gobierno del antipático Aznar ha sido y todavía es el mejor gobierno que ha tenido España desde los Reyes Católicos; en primer lugar por la acertada política económica llevada a cabo, que fue capaz de generar la mayor cantidad de empleo de toda la historia (4 millones de puestos de trabajo en 8 años); capaz también de sanear esa inmensa e insaciable máquina tragaperras, esquilmada durante el gobierno de González, que es la Seguridad Social y terminar su gobierno con déficit "cero" en las cuentas del Estado. En segundo lugar por haber colocado a España, en el plano Internacional, en un puesto de respeto y de prestigio, a las puertas de ingresar en el G8, el grupo de las más importantes potencias mundiales, incluso, desplazando en varias ocasiones a líderes y aliados como Francia y hasta dando algunas “lecciones” de Economía a la gran Alemania. Todo ello sin olvidar la fuerza que adquiriera nuestro país en el seno de la Comunidad Europea. Y en tercer lugar, por haber mantenido una lucha sin tregua contra ETA; lucha siempre dentro de la legalidad y que prácticamente dejó a la banda terrorista en las cuerdas y en los últimos segundos antes del KO.
El pueblo español sabía esto y por eso, su intención de voto mayoritario era a favor del partido de gobierno; el Partido Popular. por lo tanto, algo muy importante tenía que suceder en España que fuese capaz de ofuscar a la opinión pública haciéndola cambiar dramáticamente su intención de voto, para que de esa manera ETA, PSOE y Zapatero pudiesen ver, como lo vio Al-Qaeda, sus deseos satisfechos. ¿Cuáles eran esos deseos? Es evidente y cada día más, que los deseos de ETA eran los de salir del KO técnico en el cual estaban, recuperarse y continuar con la terrible milonga nacionalista e independentista. Los del PSOE por su parte, ya tenían 8 años sin mascar de la gobernatura de la Nación, y por ello había que ir con todas a por los resultados electorales, cumpliéndose así su deseo, que le dieran la victoria y… el Sr. Zapatero, me imagino que mientras veía la película de Bambi, rescataba mezquinos rencores provenientes de la guerra civil (en la que él no tuvo ni arte ni parte) y como el conejo “Tambor” despertar a la "Bambi-España" a una nueva y dorada realidad: la de la Segunda República; es decir la del anticatolicismo y rompedora de la unidad de España.
Con bochornoso alarde de nocturnidad El PSOE vio satisfecho su deseo de volver a la Moncloa. Y ETA junto con Zapatero comenzaban su camino para ver satisfechos el de cada uno de ellos. Hace un par de días, Arnaldo Otegui ratifica que tiempo atrás, antes del 11-M y mientras ETA mataba gente, incluso socialistas como el Sr. Pagazaurtundúa, representantes del PSOE, en clara traición a la ley de Partidos y al Pacto Antiterrorista, habían sostenido conversaciones con ETA-BATASUNA. Cándidamente quiero preguntarme de qué hablaron. Me imagino que había que hablar de dos cosas: Cómo derrotar al PP en las elecciones y cómo actuar, para satisfacer los particulares deseos después que el PSOE estuviese nuevamente en el Gobierno. Si a este guiso le añadimos que cada día es más evidente la relación entre ETA, los explosivos, y los marroquíes al tiempo que ETA “mantuvo reuniones” con gente del PSOE, la conclusión parece evidente. Pero dejemos que sean los jueces quienes den el dictamen que millones de españoles ya pensamos. Lo cierto, como dice Pedro J. Ramírez en su artículo, antes mencionado es que: “De lo que no cabe duda es de que, a punto ya de cumplirse el segundo aniversario de la masacre de Madrid, en la España de hoy persiste la misma perplejidad, que ya reflejaba en sus despachos el embajador de Venecia en Londres inmediatamente después de la desarticulación de la Gunpowder Plot, ante la desproporción entre la escasa entidad de sus presuntos autores -los moritos de Lavapiés- y la descomunal dimensión de lo que en este caso consumaron. Y lo que es peor, desde el abrupto cierre de la Comisión de Investigación parlamentaria ha ido afianzándose el temor de que, como en el caso de la Conspiración de la Pólvora, nunca lleguemos a conocer la verdad de unos hechos que, a la vista de la agenda de radicales mutaciones de Zapatero, llevan camino de cambiar la Historia de España en mayor medida aun que el desbaratamiento de aquel complot cambió la de Inglaterra.”
Algo gordo, importante y pronto tiene que suceder y puede suceder en España para poder recuperar la senda que transitamos hasta marzo de 2004. Esto también lo saben el Sr. Zapatero y la ETA que últimamente es la que le da órdenes al jefe de Gobierno. La más reciente apareció este sábado pasado en La portada de ”Zutabe” (revista de ETA Nº 111) reproduce la fotografía de dos encapuchados con las armas en la mano y con un texto igualmente amenazador, en donde la banda terrorista avisa que romperá el “proceso” si el Gobierno no cumple unos “supuestos compromisos” que dieron lugar al alto el fuego y “si no acepta sin rechistar la metodología que se le imponga para que el País Vasco, incluida Navarra, alcance la independencia”. ¡Ahí queda eso!.
“Remember remember, the fith of november
Gunpowder, treason and plot
I see no reason, why the gunpowder, treason
Should ever, be forgot"
Hasta la próxima, Agur.
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TITULO: Por sus frutos les conoceréis… Mateo 7, 16
TITULO: Por sus frutos les conoceréis… Mateo 7, 16
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