14 octubre 2006

VENEZUELA



Queridos todos:

La colectiva pasada la dediqué a España; ahora le toca el turno a Venezuela pues esta semana he tenido un par de conversaciones con queridos amigos venezolanos en quienes veo brotar de su espíritu e intelecto el deseo y la posibilidad, de acuerdo a sus respetables razonamientos, de que el Sr. Manuel Rosales gane en diciembre las elecciones en lugar del innombrable presidente de aquél país. Incluso hemos tenido la visita del ya legendario exguerrillero y actual paladín de la economía de mercado, Teodoro Petkoff, por quien reconozco tengo cierta simpatía y que actualmente es el coordinador de estrategia del comando de campaña de Rosales. Petkoff también pronostica una “confrontación cerrada” entre ambos candidatos y advierte que de ganar Rosales uno de sus objetivos será “restablecer la cordura política” en el ámbito de las relaciones de Venezuela con la comunidad internacional.

La expectativa de Petkoff, así como la de mis amigos parte de un principio: Chávez va a respetar el proceso electoral. Y como dijo Cantinflas: “Ahí está el detalle…” Independientemente de lo que esté realmente ocurriendo con la popularidad de esa bestia política que actualmente gobierna Venezuela, aunque, sea cierto lo que dice Petkoff de que: “Chávez no se está desmoronando, pero sí se está deshilachando. El viejo fervor, la devoción hacia él, está ahora muy atenuada”, yo estoy en el bando de los que piensan, de manera terca e incontinente, que independientemente del resultado de las elecciones decembrinas, Chávez no dejará el poder. Y con el perdón debido, pienso que es de ilusos pensar en lo contrario. En la Venezuela de hoy, ganar las elecciones no significa ganar el Gobierno.

En Venezuela desde el punto de vista electoral no ha cambiado nada desde el último referendo revocatorio: El Poder Electoral sigue en manos de Chávez; las maquinitas de votación son las mismas y sus algoritmos solo se habrán cambiado para aumentar los resultados pro gobierno. La abstención será tan grande como la del Referendo y… quien quita que la connivencia de la oposición con el gobierno también exista. Al menos no tengo ningún argumento sólido para pensar lo contrario. Además, a los Estados Unidos le conviene un gobierno que le siga vendiendo el petróleo. Ciertamente Rosales y su equipo también lo harían, pero de perder Chávez, podrían haber desajustes tanto en la OPEP como internos en Venezuela que podrían afectar la cuota de suministro y esas “incómodas turbulencias” a los gringos les pone verdes; lo cual no es necesariamente transformarse en ecologistas o copeyanos.

Chávez es un ser histriónico de mucho respeto. El pasado 28 de septiembre había un artículo en The Economist titulado “The World according to Chávez” del cual cito: “HE MAY give the impression of being the clown prince of world politics, but there is often calculation behind Hugo Chávez's verbal fireworks. So it was with his speech to the United Nations General Assembly earlier this month, in which he denounced George Bush as “the devil” and the “tyrannical president of the world”, and plugged an anti-imperialist tract by Noam Chomsky, a far-left American academic. The speech brought criticism of Mr Chávez from former friends in the Democratic Party in the United States, but it was not aimed at them. Mr Chávez is a man with two elections to win. In December, he will seek another six-year term as Venezuela's president by claiming that his “revolution” is under threat from the United States. But the vote uppermost in his mind comes in mid-October, when Venezuela hopes to win a rotating seat on the UN Security Council assigned to Latin America. Rather than representing the region's interests, as is customary, Mr Chávez wants to use the seat to “radically oppose the violent pressure that the empire [ie, the United States] exercises in the world”.

Además, para nadie es un secreto que la Casa Blanca está más ocupada y preocupada en los conflictos de los países con riesgo nuclear que por esa gallera política que es la América Latina. ¿Cuantas peticiones de firmas se han abierto en “petion on line” a Congresantes de los Estados Unidos y hasta al mismo George Bush suplicando la intervención de una u otra manera de los Estados Unidos para que auxilien al pueblo venezolano? ¿Y cual ha sido el resultado? ¡NINGUNO! El único yanki que dijo algo fue uno de esos que se sienten iluminados por Dios; un tal Pat Robertson, que planteó el asesinato de Chávez. Para la Casa Blanca está muy claro, “IF THERE is one thing that Latin American politicians and pundits tend to complain about more than Uncle Sam's meddling in their affairs it is his apparent neglect of them. And ever since September 11th 2001 they have perceived just such a neglect. Leave aside that George Bush has acquired other distractions; the complaint overestimates the power of his administration to get its own way in foreign policy. The first striking thing about the United States' policy towards Latin America just at the moment is its multilateralist tone—something for which it has not always been famous. Take the issue of how to contain Hugo Chávez, Venezuela's noisily anti-American president. In the past, the administration has been clumsy in its handling of him, failing to condemn a short-lived coup against him in 2002 and engaging in pointless verbal sparring. The policy now puts much more stress on working with allies in the Organisation of American States (OAS) both to try to support democracy in Venezuela and to blunt Mr Chávez's efforts to expand his influence.” The Economist, Oct 5-2006.

Algo hay cierto: Chávez no ha mentido. Ha hecho y hará todo lo que ha dicho incluso entronizarse en el gobierno más allá del 2021. Y sabe muy bien que necesita dar la apariencia de “demócrata” claro está, dentro del formato de democracia que expone Natan Sharansky en su artículo “Why Elections Do Not Democracy Make” que recientemente les envié, para poder mantenerse en el poder y tener la aprobación de los gobiernos de los países demócratas del mundo, que por cierto son los más desarrollados. Hay que esperar pues que después que asuma nuevamente la presidencia en diciembre ponga en marcha toda esa cantidad de planes relacionados con la propiedad privada de la vivienda y con la educación privada en Venezuela. Y créanme, esto me tiene al borde de la desesperación.

Y esta desesperación se me agrava cuando veo la actitud de los venezolanos: unos, los mejor ubicados, chavistas de alma y cuerpo, otrora adecos o copeyanos como consecuencia de las pésimas políticas llevadas a cabo por los demócratas de la cuarta república. Otros los ricos de casi toda la vida, apoyadores de turno del régimen y el resto metiendo la cabeza en la tierra, a lo avestruz, tratando de engañarse a si mismos, con sesudos análisis en donde subyace la siguiente premisa: Esto no puede ser para siempre. Pero aun cuando no sea para siempre no será tampoco para corto tiempo.

Me comentaba un amigo español que ésta era la oportunidad de invertir en Venezuela. Me decía que era un Chollo comprarse un piso en la playa del caribe venezolano para ir a disfrutar en el verano. Le dije que yo tengo uno, en el mejor lugar: el Parque Nacional de Morrocoy, y que gustosamente se lo vendía. La idea le gustó y se tomó un tiempo para analizar la inversión. Me vi perdido… En estos casos la compra-venta tiene que ser compulsiva pues de lo contrario se anula. Yo me lo esperaba. Me dijo lo que ya sabía, que había estado analizando el país y que prefiere aplazar la compra pues había visto que ciertamente el precio era muy bueno pero que Venezuela estaba entre los países con menor transparencia y corrupción estatal, con una elevada inflación, con una inseguridad legal preocupante, con una economía errática y ya para colmo, con serios problemas para el cambio de divisas. Le pregunté que porqué entonces no invertía en Nigeria y su cara fue de un asombro total. Casi ofendido me tildó de loco y lunático y me decía: “¿comprar yo en Nigeria? ¡Vamos hombre! De donde vienen todos esos pobres desgraciados, casi muertos de hambre en pateras a nuestras costas” Luego su cara cambió de color cuando le demostré que Nigeria está mejor que Venezuela en la mayoría de los indicadores que él me había dicho sobre Venezuela. No podía creerlo. Lo cierto es que después de aquello y visto lo visto, nos fuimos a una inmobiliaria cercana a buscar ofertas de pisos de playa en España, en concreto en Almería y en la antigua Yugoslavia que es hoy en día la mina de inversión en Europa.

Hay un patético paralelismo entre Kim Yong Nam presidente de Corea del norte, Fidel Castro y Hugo Chávez: los tres están podridos de dinero y mantienen a sus países oprimidos y en la miseria. El de Venezuela, como advenedizo en estas lides, recibe la tutoría del cubano pero es buen alumno, pues tiene el mérito de haber aumentado la pobreza cuando su querida república bolivariana, ha recibo la mayor cantidad de dinero conocida en su historia. Su tarea en Venezuela aun no ha terminado, mientras tanto habla en las conferencias internacionales de los pueblos pobres; quiere hacer ver que lo son por “culpa” de los Estados Unidos y de Europa. Transformado en una especie de Cruzado justiciero y liberador de los males de este mundo, le guiña el ojo a Bush al tiempo que le lanza horribles improperios mientras ve con horror que ha perdido piso en América Latina con el advenimiento de Alan García a la presidencia del Perú; la mayoritaria reelección de Uribe en Colombia, el distanciamiento del brasilero Lula y la victoria de Calderón en México. Por eso anda por ahí… por los arenales islámicos buscando incondicionales apoyos de Irán, Irak, y otros más. Esa megalomanía, es el verdadero y último plan de Chávez y su caja chica para llevarlo a cabo no es otra que la inmensa cantidad de divisas provenientes del petróleo venezolano. No importa que sufra el noble pueblo venezolano, es parte del sacrificio que tiene que padecer para que brille en este mundo su mesiánico proyecto. Me lo imagino mirando desde la ventanilla de su avión privado cómo los venezolanos sufren una de sus obras más importantes: “La trocha” de la autopista Caracas-La Guaira al tiempo que planifica sus posible próximas victorias: La silla en el Consejo de Seguridad de la ONU; la del ya conocido líder sandinista Daniel Ortega en Nicaragua, para que se cumpla la conocida y surrealista manía latinoamericana de volver a elegir al peor y mañana domingo 14, en el Ecuador, la de su amigo el populista, antiimperialista y defensor de las FARC y la ETA como sufridos soldados liberadores de los colombianos y vascos, Rafael Correa…¡vamos una joya! Me imagino que Zapatero, oyendo el consejo de Moratinos, le incluirá pronto en su lista de amigos.

Queridos colectiveros no quiero seguir. Ojala esté equivocado. Perdonen la crudeza de esta carta, pero como dice el refrán “quien bien te quiere te hará sufrir” Un abrazo y hasta la próxima. Agur.




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TITULO: Venezuela

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